Las personas mayores que tienen alta frecuencia de actividad sexual, poseen un mayor rendimiento cognitivo, fluidez en el lenguaje y habilidad visoespacial. Así lo revela un estudio publicado en la revista de la Sociedad Americana de Gerontología.
El trabajo analizó a 73 personas de entre 50 y 83 años, a quienes se les realizó una evaluación cognitiva y un cuestionario sobre la frecuencia de la actividad sexual, donde debía elegirse entre nunca, mensual o semanal. También se les preguntó sobre salud general y estilo de vida.
Quienes respondieron tener mayor frecuencia en la actividad sexual, registraron una respuesta significativamente mejor en las pruebas cognitivas y en las puntuaciones visoespaciales, que tienen que ver con la capacidad de pensar un objeto y poder imaginarlo en otro lugar (algo que se asocia a la planificación).
“Los hallazgos actuales se alinean con la teoría de que la actividad sexual aumentada conduce a la secreción de dopamina mejorada, y que esto se relaciona con la mejora de la memoria de trabajo y la función ejecutiva en adultos mayores”, explicó a Télam el psicogerontólogo Ricardo Iacub.
Iacub mencionó que no es el primer estudio que se realiza en esta línea y recordó un trabajo de 2016 que había mostrado que las puntuaciones cognitivas totales fueron consistentemente mayores en aquellos que son sexualmente activos en comparación con aquellos que no lo son.
“Este tipo de investigaciones tiene un fin social muy importante y es demostrar que la sexualidad tiene un impacto positivo en la salud personal, lo que en definitiva impacta sobre la salud pública”, indicó el especialista.
Según una encuesta de satisfacción de vida de personas mayores realizada por el Indec en 2014, el 80% de los entrevistados sostuvo que “tienen una vida sexual activa”, en tanto seis de cada diez consideraron que es posible enamorarse en esa etapa.