El papa Francisco se lamentó de que "las guerras son el signo flagrante de nuestro tiempo", al despedir el año con la celebración de las primeras vísperas y el tradicional Tedeum de acción de gracias en la Basílica de San Pedro.

"Este tiempo del año 2017 que Dios nos había dado íntegro y sano, nosotros los humanos lo arruinamos y herimos de tantas formas con obras de muerte, mentiras e injusticias", dijo durante la celebración.

"Las guerras son el signo flagrante de este orgullo reincidente y absurdo", aseguró el Papa en su última actividad del año, que incluyó una visita al pesebre instalado en la plaza San Pedro.

En su homilía, expresó que "también lo son todas las pequeños grandes ofensas a la vida, a la verdad, a la fraternidad, que causan múltiples formas de degradación humana, social y ambiental".

"Queremos todo y debemos asumir, ante Dios, nuestros hermanos y nuestra creación, nuestra responsabilidad", apuntó.

Antes, Francisco había difundido a través de las redes del Vaticano un mensaje contra la guerra.
"El fruto de la guerra", es el título de la postal que difundió la Santa Sede en la que un niño que lleva a su hermano menor muerto y amarrado a su espalda, espera turno en el crematorio.

La fotografía, tomada por el estadounidense Joseph Roger O'Donnell después del bombardeo atómico en Nagasaki, marca cómo "la tristeza del niño sólo se expresa en sus labios mordidos y rezumados de sangre", explicó el Vaticano.

Mañana Francisco ofrecerá una misa a las 10 (6 de Argentina) en la Basílica de San Pedro antes de pronunciar el Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico. 

Como cada 1 de enero, además se celebrará la Jornada Mundial de la Paz y el Papa eligió como lema para este año 2018: "Migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz".

En su mensaje para el nuevo año, advirtió que "las migraciones globales seguirán marcando nuestro futuro" y propuso una nueva mirada, viéndolas como "una oportunidad para construir un futuro de paz", pese a que "algunos las consideran una amenaza".

Este domingo, Francisco había iniciado la jornada con el Ángelus en el que expresó su "cercanía" a los "hermanos copto ortodoxos" de Egipto tras los ataques a una Iglesia y un centro comercial de ese país que dejaron un saldo de nueve muertos, que se atribuyó Estado Islámico.

"Expreso mi cercanía a los hermanos copto ortodoxos de Egipto, golpeados hace dos días por dos atentados a una Iglesia y a un negocio en la periferia de El Cairo", aseguró.

"Que el Señor acoja las almas de los difuntos, sostenga a los heridos, familiares y a la entera comunidad y convierta los corazones de los violentos", puntualizó.