El serbio Novak Djokovic desplegó un tenis admirable para vencer sin objeciones al español Rafael Nadal por 6-3, 6-2 y 6-3 en la final del Abierto de Australia y conseguir su tercer título de Grand Slam consecutivo, que se encadena con Wimbledon y el US Open 2018.
El número uno del mundo fue campeón por séptima vez en Melbourne Park sin ceder ni una vez el servicio en el partido decisivo, que enfrentó a los dos máximos favoritos por espacio de dos horas, cuatro minutos en el Rod Laver Arena.
Djokovic, de 31 años, se convirtió así en el tenista más ganador en la historia del "Major" australiano y en el octavo jugador que suma siete títulos en una de las cuatro citas de Grand Slam.
En ese último rubro permanece todavía por detrás del propio Nadal, campeón de Roland Garros en once oportunidades y también del suizo Roger Federer, poseedor de ocho trofeos de Wimbledon.
Campeón de Australia en las temporadas 2008, 2011, 2012, 2013, 2015, 2016 y 2019, el serbio se despegó del australiano Roy Emerson y Federer, quienes coronaron seis veces en Melbourne.
Ese logro se materializó en la reedición de la final 2012 disputada entre ambos, que poco tuvo que ver con la de hoy porque demandó cinco sets para conocer al ganador de la competencia.
A diferencia de lo ocurrido hace siete años, Djokovic fue absoluto dominador del partido en base a un servicio lapidario y le infligió al español su peor derrota en las 25 finales de Grand Slam que lleva disputadas.
Asimismo, el actual número uno del mundo amplió el historial a su favor a 28 victorias y 25 caídas ante Nadal, que perdió los últimos ocho encuentros jugados con el serbio en canchas duras.
Nadal, de 32 años, volvió a jugar en Melbourne después de ausentarse desde la semifinales que abandonó ante el argentino Juan Martín Del Potro, en septiembre pasado, en el US Open.
Una lesión en la rodilla derecha precipitó el final de su temporada 2018 y lo obligó a operarse en noviembre, pero su reaparición en Melbourne, donde fue campeón en 2009, resultó brillante, al punto de llegar hasta la final con todos triunfos en tres sets.
Esta nueva derrota, en su quinta final australiana, le impidió a "Rafa" ser el primer tenista de la era abierta en ganar por partida doble cada uno de los cuatro títulos de Grand Slam.