La forma en la que pisan los chicos está directamente relacionada con el resigo de padecer problemas dentales o de mordida. A esa conclusión llegaron especialistas en podología infantil tras el estudio de 200 nenes de seis a nueve años.

A partir de este relevamiento se detectó que casi la mitad de los chicos que manifiestan protrusión de mandíbula muestran, asimismo, un tipo de pisada pronada, es decir, volcada para adentro. “Descubrimos también que el 100% de los niños que tenían un tipo de pie pronado estaba relacionado con protrusión de mandíbula”, afirmó Gabriel Gijón, experto en biomecánica del pie y profesor de la Universidad de Málaga.

Otra de las conclusiones, publicadas en la revista Medecin y reproducidas por Agencia Sinc, fue el hallazgo de una menor prevalencia de esta relación en los niños con retrusión de mandíbula, pero sí una correspondencia de la normalidad cuando no se producen ninguna de las dos alteraciones.

Hasta ahora sólo se había investigado la conexión entre la zona lumbar y la odontología. Este nuevo trabajo significa un punto de partida que al que podría añadirse el análisis de otras extremidades o, incluso, abordar otras hipótesis. “Por ejemplo, se podría valorar si el problema es al contrario, de la mandíbula a los pies”, explicaron.

Ahora se hará la misma prueba en adolescentes y adultos, con el fin de averiguar en qué medida el tratamiento de alguna de estas alteraciones condiciona a la otra.