Valentín Díaz Gilligan, el subsecretario de la presidencia que debió renunciar al descubrirse que no había declarado la existencia de una cuenta de un millón de dólares en Andorra, fue imputado este lunes por presunto lavado de dinero.
La fiscal federal Alejandra Mangano abrió formalmente una investigación y le solicitó al juez Claudio Bonadio las primeras medidas de pruebas para iniciar la causa; entre ellas, que la oficina anticorrupción remita las declaraciones juradas de Gilligan.
El ya es funcionario del gobierno de Mauricio Macri fue accionista y representante de una empresa pero nunca lo declaró, a pesar de que durante ese período fue funcionario de la ciudad de Buenos Aires cuando el actual presidente era jefe de gobierno porteño.
Días atrás había negado que sea propia la cuenta en Andorra y confió en que pronto "quedará aclarado" que no cometió delito.