El subsecretario de Investigación Criminal y Policías Especiales, Rolando Galfrascoli, se inclinó hacia la hipótesis de un asesinato por “motivos personales” y no "por encargo o mafioso” del policía Pablo Cejas en Santa Fe y dijo que tienen “pistar muy firmes” para sostener esa posición.
Galfrascoli señaló al programa Radiópolis (Radio 2) que analizan la situación en “dos esferas” o distintos "carriles". Por un lado, las denuncias que hizo Cejas en 2015 por connivencia entre algunos policías y el narcotráfico y por el otro el asesinato del lunes a la noche ocurrido en el barrio Yapeyú de la capital provincial.
“Tenemos pistas muy pero muy firmes para determinar qué ocurrió”, afirmó el funcionario del Ministerio de Seguridad, quien añadió que Fiscalía colectó pruebas “muy sólidamente”. El fiscal Jorge Nessier ya descartó el martes la hipótesis de robo.
Galfrascoli destacó que la clave de los hechos se encuentran en las “horas previas a la muerte” y por eso la provincia a través de sus organismos de investigación realiza la “reconstrucción” de lo ocurrido.
Dijo que “muchas cosas que se dieron por ciertas se caen, cuestiones muy poco claras y algunas se van alejando de la realidad”; en relación a la vinculación del crimen con la denuncia de 2015.
“En el muy corto plazo se va a poder dar una respuesta de qué pasó”, dijo Galfrascoli y afirmó que el objetivo es “llevar certezas con una investigación muy prolija y muy cuidada”.
“Todavía no tenemos imputados. Estimo que vamos a tenerlo rápidamente. Pero la hipótesis de crimen por encargo, evidentemente mafioso, de una trama casi se quiere de película está por lo menos no clara, un poco alejada de lo que resulta de las investigaciones”, continuó el subsecretario.
"Protección pasiva”
Por otro lado, Galfrascoli negó que haya fracasado el programa de protección de testigos que alcanzaba al policía ejecutado porque “funcionaba como el propio Pablo Cejas quería”.
Según dijo, la forma de implementación de ese plan se “evalúa entre el Estado, la Justicia y la propia persona sometida al programa”. Apuntó que la implementación puede oscilar entre “no salir nunca del hogar y estar las 24 horas custodiado” a “escalas menores de actividad estatal”.
En el caso de Cejas, aclaró, “tenía una protección pasiva” vinculada a su trabajo de policía de calle y armado, algo que “él había elegido y peleado legalmente para ser policía, plenamente y portando armas”.
La denuncia
En 2015, Cejas denunció la relación de la cúpula policial con el narcotráfico. “Los policías de hoy tenemos miedo de hablar, tenemos presiones, amenazas y miedo. Mis compañeros saben dónde están los puestos de drogas, saben lo mismo que yo pero tienen miedo de hablar”, sostuvo.
“Me tire toda la cúpula policial y el gobierno en contra y mandaron un solo oficial femenino a custodiarme. No quiero un grupo Swat pero vamos a lo lógico, declare contra el gobierno, ¿cuántos policías mas queremos llorar?”, declaró en junio de ese año a FM Sol.