Fabricio Zulatto fue asesinado de tres balazos en la cabeza y no uno, como se informó en un primer momento. La causa tiene un único detenido, que fue acusado de "homicidio agravado por promesa remuneratoria", es decir que le pagaron para que ultime al joven de 21 años. Un sospechoso, acusado de coautor, dejó el auto de la víctima abandonado en Suipacha al 700 el miércoles a la tarde, un día después que desapareció la víctima.
Hasta allí las novedades de este sábado en la causa que conmocionó a la ciudad a primera hora del jueves pasado, cuando se encontró su cuerpo en el pozo ciego de una casilla de Génova al 2100, zona norte.
Según los investigadores, el único detenido es el supuesto autor material del asesinato. Se llama Omar Darío M., tiene 31 años y vive cerca de donde hallaron el cádaver. Lo habría entregado un amigo, el primero de los demorados (y más tarde liberados) en los allanamientos. También se secuestró en esos procedimiento un arma calibre 22.
La Fiscalía apuntó a un crimen por encargo. Según esa versión, a Zulatto lo mató Omar Darío M. a cambio de dinero que le habría entregado un tal Andrés, el presunto autor intelectual que está prófugo y que sería quien abandonó el auto en Suipacha al 700 (algo que se puede ver en el video difundido este sábado a la tarde por Fiscalía, que pidió información sobre la identidad del sospechoso).
Esas imágenes corresponden al miércoles a la tarde, cuando Zulatto ya llevaba casi un día muerto, según surge de datos de la autopsia que anticipó este medio.
Lo que todavía no está claro es por qué lo mataron. ¿Qué fue a hacer el joven que vive cerca del casino en la zona sur a esa villa de la zona norte? ¿Fue por sus medios o lo llevaron? ¿Actuaron sólo dos personas?
Desde la defensa aseguraron a Rosario3.com que "los elementos de prueba son absurdos". Señalaron que el acusado "no es un sicario, es un croto, un cartonero". Según la reconstrucción que hacen de los allanamientos, al primer demorado le encuentran el arma y el cuerpo a metros de su vivienda pero éste acusa a un segundo, quien termina detenido y él libre.
"Se basan en declaraciones de alguien que se puede estar defendiendo acusando a otro. Es muy turbio todo. ¿Y en todo caso por qué no está detenido también?", se preguntaron y añadieron que el arma secuestrada "directamente no funciona".
El otro punto que no cierra para la defensa es que sólo dos personas hayan secuestrado -o llevado engañado a Zulatto-, después asesinado, arrojado al pozo, modificado la patente del auto y más tarde abandonado en el centro de la ciudad, sin otro tipo de apoyo o logística.
Mientras tanto, la novia de Zulatto, amigos y allegados a la víctima esperan respuestas. Eso fueron a buscar este sábado a la mañana a los Tribunales provinciales, donde plantearon su preocupación y dolor por las hipótesis planteadas en un primer momento: desde asuntos ligados a la barra de Newell's -algo que descartaron- hasta problemas con la droga o deudas.
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