Uno de los sospechosos del femicidio de Lucía Pérez –la joven marplatense torturada sexualmente hasta morir en octubre de 2016– recibió el beneficio de la prisión domiciliaria. Se trata de Alejandro Maciel, quien está acusado de "encubrimiento agravado". En su declaración de mayo pasado, el principal sospechoso, Matías Farías, se había desligado de la muerte de la adolescente de 16 años y sostuvo que tuvieron sexo consentido. La hipótesis de la Fiscalía es que Lucía fui violada salvajemente hasta morir.
Según publicó Infobae, el juez de garantías Gabriel Bombini otorgó el beneficio a Maciel el viernes pasado pero trascendió esta semana. La medida es hasta que se resuelva “un cambio de calificación que podría modificar radicalmente” su situación.
Para la familia de Lucía, la novedad cayó como un balde de agua helada. “El juez Bombini es el que le entrega este beneficio a esta persona, mi hija no tuvo ningún beneficio, mi hija está muerta”, criticó Marta, la mamá de la joven, que anticipó que apelará la medida.
“El argumento es porque es adicto y va a recuperarse a una ONG 'Vida Digna', en la calle Tres Arroyos Nº 78 que es de puertas abiertas. Si él se tiene que rehabilitar como adicto, nada dice que en la cárcel él no lo pueda hacer, no hay necesidad de que tenga que salir afuera para hacer una rehabilitación”, observó.
Sexo consentido o violación salvaje
Según informó Télam, el 18 de mayo pasado Matías Farías dijo ante la fiscal de la causa que mantuvo "relaciones sexuales consentidas" con Lucía.
Farías, de 24 años, está acusado de “abuso sexual seguido de muerte en concurso con femicidio” y ese día se presentó junto a su defensora oficial ante la fiscal María Isabel Sánchez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8, y entregó un escrito en el que dio su versión de los hechos por primera vez.
Aseguró que el día del crimen había acordado con Lucía un encuentro en su domicilio del barrio Alfar, y que "en todo momento ella estuvo de acuerdo con todo" lo que hicieron.
"No puedo creer lo que estoy viviendo, ni lo que se ha dicho que pasó ese día en mi casa. Su muerte fue sumamente shockeante e inesperada para mí”, señaló Farías, y agregó: “Tuvimos sexo normal y deseado como dos personas que se gustan, y su muerte me causó mucha tristeza”.
En el escrito, el acusado señaló que en un momento de ese encuentro en el domicilio de la calle Racedo al 4800, advirtió que Lucía se veía "pálida y como con la mirada perdida" y que "no parecía estar bien".
"Ella estaba sentada en el borde de la cama. Me senté al lado de ella un ratito y Lucía me dijo si le podía traer su celular, entonces bajo otra vez con la perra y cuando vuelvo a subir con su celular la veo acostada en la cama con las piernas en el piso, como inconsciente, con los ojos medio cerrados", continuó.
Farías dijo que trató de incorporar a la joven, "pero no se movía", y estimó que el estado de Lucía podía deberse "al consumo de drogas".
Según el testimonio, en ese momento arribó al lugar Juan Pablo Offidani (41), imputado actualmente en la causa como partícipe necesario.
"Le digo (a Juan) que Lucía se sentía mal y me voy para arriba a seguir intentando reanimarla. El, desde abajo, me dice que le moje la cabeza, y me alcanza una jarra o un vaso con agua, no recuerdo bien. Pero (ella) seguía sin reaccionar", agregó.
Farías señaló en el escrito que Offidani ingresó entonces en la habitación donde estaba la joven, y le indicó a Farías que hiciera pasar a la casa a Alejandro Maciel (61), quien se encontraba en una camioneta fuera del domicilio y actualmente está detenido, acusado por encubrimiento agravado.
"Bajo corriendo y le digo a Alejandro si podía venir, que Lucía se sentía mal. Se baja, entra a la casa y sube la escalera. Le toca el cuello a Lucía y dice que le siente muy débil los latidos, que la llevemos a la salita", detalló.
Según el testimonio, Lucía fue trasladada luego en la camioneta a la sala de salud del barrio Playa Serena, al sur de Mar del Plata, donde falleció.
La hipótesis de la fiscal Sánchez, según explicó ella misma horas después de la muerte de la joven, es que Lucía murió tras ser drogada, abusada en reiteradas ocasiones y "empalada", y que los acusados lavaron y vistieron a la adolescente antes de trasladarla a la sala de salud, donde llegó sin vida.
Farías dijo que durante las relaciones sexuales no utilizó "ningún objeto".
El imputado no aceptó responder preguntas de la fiscal, y luego de presentar el escrito fue trasladado a la Unidad Penal 15 de Batán, donde se encuentra en prisión preventiva.