El gobierno brasileño descarta haber incurrido en irregularidades al dejar aterrizar en sus aeropuertos a aviones militares británicos que cumplen el trayecto hacia o desde las Islas Malvinas, ya que la autorización tiene que ver con motivos "humanitarios".
Según informó este lunes un portavoz del gobierno de Brasil citado por la agencia oficial argentina Télam, "Brasil sí acepta el aterrizaje de aviones por motivos humanitarios. Los aviones Hércules de la Royal Air Force fueron catalogados de esa forma, porque internacionalmente son aviones de búsqueda y salvataje".
El Palacio de Itamaraty, la cancillería brasileña, dijo que su posición oficial es no comentar el episodio y un portavoz del Ministerio de Defensa reiteró que quien se encarga de recopilar la información sobre estos vuelos es la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), que confecciona reportes sobre estos episodios.
Argentina reclamó a Brasil por estos vuelos a través de un comunicado a inicios de año y la canciller Susana Malcorra recordó que existe un acuerdo de países sudamericanos, en solidaridad al reclamo de soberanía argentina sobre las Malvinas, para impedir aterrizar aviones provenientes de las islas o yendo hacia ellas.
Según el portavoz gubernamental brasileño, Brasil no permite transporte ni aéreo ni fluvial británico que no sea considerado humanitario, como envío de tropas o pertrechos militares hacia o desde Malvinas.
Al menos cuatro vuelos de Hércules para cargar combustible se registraron en 2017, dos en el aeropuerto internacional Salgado Filho de Porto Alegre y otros tantos en el aeropuerto internacional de Guarulhos, San Pablo.
"Brasil reconoce desde mediados del Siglo XIX, cuando Brasil era Imperio, la soberanía argentina en las Malvinas", dijo el portavoz.
El asunto, si bien estuvo presente en un comunicado de la canciller Malcorra en marzo pasado, no tuvo una respuesta oficial brasileña.
"Los contactos en la agenda Brasil-Argentina son frecuentes", dijo la fuente al explicar que el asunto puede tratarse en diferentes niveles.
El portavoz hizo una lectura política del asunto al afirmar que en 2015, durante la gestión de la destituida Dilma Rousseff, los vuelos de este tipo habían sido 15, mientras que se redujeron a la mitad en 2016.
"Tanto en aquel año con otro gobierno como ahora, la actuación brasileña estuvo de acuerdo a los mismos motivos humanitarios, teniendo en cuenta que los aviones Hércules están reconocidos internacionalmente como de búsqueda y salvataje", comentó el portavoz.