Para el ministro de Seguridad de la provincia, Maximiliano Pullaro, el ataque a balazos a la camioneta del Servicio Penitenciario que trasladaba a tres imputados del crimen de Claudio Pájaro Cantero en la autopista Rosario Santa Fe no fue ni un intento de atentado premeditado contra Luis Pollo Bassi, Facundo Macaco Muñoz y Milton Damario ni un plan para facilitar su fuga, sino una especie de demostración de fuerza de “personas que están muy nerviosas porque nuestro avance sobre las mafias y el crimen organizado no se detiene”. En tanto, el jefe de la Unidad Regional II, Marcelo Villanúa, aclaró que el operativo cerrojo que realizaron después del hecho no tuvo resultados positivos y no había aún detenidos por el hecho. Así, se desmintió una versión en contrario que circuló anoche.
Pullaro encabezó una conferencia de prensa en la que el gobierno provincial expuso por primera vez su postura luego del ataque en la autopista. El funcionario dijo que por la mecánica del hecho se puede concluir que no fue “un ataque premeditado y planificado” para matar o liberar a los detenidos. “Parecería ser más un arrebato de matones”, opinó. Aceptó sí que podría haber terminado con la vida de los detenidos.
Además, destacó el trabajo de los grupos tácticos del Servicio Penitenciario, que tenían el objetivo de salvar la vida a los detenidos, y mencionó que no pudieron repeler el ataque por la cantidad de tráfico que había en la autopista a esa hora.
Pullaro confirmó que hubo siete impactos de bala 9 milímetros sobre el vehículo de traslado delos detenidos y siete sobre el de apoyo. Y que los dos agentes heridos estaban fuera de peligro.
“En la provincia de Santa Fe hay muchas personas que por la accion del Estado están muy nerviosas porque avanzamos sobre las mafias y el crimen organizado. Tenemos la decisión política de no detenernos e ir hasta las ultimas consecuencias para seguir desmantelando estas mafias”, enfatizó.