El secretario general del Sindicato de Vendedores Ambulantes (Sivara), Beto Riba, aseguró este miércoles que el año 2017 cerró con un importante aumento de la venta callejera producto de la situación económica general.
Según un relevamiento que manejan desde el sector, durante el año pasado creció un 40 por ciento la cantidad de vendedores ambulantes en Rosario y al mismo tiempo, las ventas bajaron hasta un 70 por ciento.
“El número de vendedores fue creciendo por la falta de empleo. La gente busca alternativas para ganarse el pan dignamente con la participación en ferias o la venta en la vía pública”, indicó Riba en diálogo con el programa Pegando la Vuelta (Radio 2).
El dirigente también pidió al municipio que se instale “una mesa de diálogo” porque el fenómeno lejos de mermar “está en pleno crecimiento”.
“Se viene un problema grande. Hay gente que se quedó sin su fuente de trabajo y la única salida que tiene es ponerse a vender medias o ropa por catálogo”, expresó el referente de los vendedores ambulantes.
Consultado sobre los números que maneja Riba, el titular de la Asociación Empresaria de Rosario e integrante de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), Ricardo Diab, dijo a Rosario3.com que si bien pudo haber existido un incremento de la venta informal la diferencia no es tanta respecto de años anteriores.
“Por los controles del municipio, que nosotros impulsamos, la posibilidad de expansión de la venta ambulante se limita. Aunque si no existieran esos controles la posibilidad de ese aumento siempre está latente”, dijo Diab.
Por otra parte, recordó que desde el sector comercial de la ciudad consideran la venta informal como una competencia desleal ya que se comercializan productos de dudosa procedencia sin el correspondiente pago de tributos.
“Es competencia desleal más allá de que el individuo quiera subsistir ante una situación complicada”, expresó el dirigente empresarial.
Diab sostuvo sin embargo que Rosario “está muy por debajo en el mapa de la ilegalidad”.
“Si bien no estamos en los parámetros que quisiéramos, estamos mejor que en otras ciudades del país”, concluyó.
La Secretaria de Desarrollo Social de la Municipalidad de Rosario, Laura Capilla, reconoció que hubo un aumento importante de familias que piden incorporarse a los programas locales de emprendedores sociales.
“Las medidas económicas nacionales impactan a nivel local con una nueva situación social”, dijo la funcionaria y añadió que existe “una nueva población que demanda prestaciones sociales”.
“Se trata de personas que se quedaron sin trabajo o que estaban sosteniéndose con changas y ahora empieza a no alcanzarles”, dijo Capilla y confirmó que el programa “Rosario emprende intenta dar respuesta a esta población que empieza a surgir por las políticas del gobierno nacional”.