El 9 de julio de hace diez años, un suceso meteorológico conmovía a buena parte de la región central del país: nevaba después de varias décadas sin registrarse un acontecimiento similar. Pero lejos de aquel frío invierno de 2007 en que muchos salieron entusiastas a las calles para vivir un fenómeno que dejó afuera a Rosario, las temperaturas de la presente temporada son muy elevadas y no se prevé una repetición.
¿Qué ocurrió para que nevara en la región? Aquel día fue lunes, feriado nacional por el Día de la Independencia, y amaneció con temperaturas muy bajas y una sensación térmica que rozaba los cero grados; desde el viernes anterior una corriente de aire frío comenzó a subir desde la Patagonia y el fin de semana medio país sintió temperaturas muy bajas.
Dicho frente frío fue seguido de aire de origen polar que avanzó, primero, con temperaturas mínimas de hasta -8°C en el sudoeste de Santa Cruz y nevadas en varias regiones patagónicas.
El sábado 7, la situación se reforzó por la intensificación del viento, causado por un anticiclón en el Pacífico, recordó con un informe el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Las temperaturas siguieron bajando en todo el centro y sur argentino, con más nevadas en la Patagonia y también en el sur de Mendoza.
El domingo 8, el sistema anticiclónico ingresó completamente en el territorio nacional, provocando vientos del este en el centro del país, y acarreando gran cantidad de humedad desde el océano. Estas condiciones fueron propicias para la formación de nubosidad y precipitaciones en forma de nieve sobre todo Cuyo (Mendoza, San Luis, San Juan) y la provincia de Córdoba.
Pero el 9 de julio, desde la cordillera ingresó aire muy frío en altura (había -30°C a 5.000 metros) que se fue desplazando hacia el centro y el este del territorio durante ese día.
Mientras tanto, cerca de superficie, el anticiclón seguía reforzando el ingreso de aire muy frío y húmedo desde el este, por lo que dominaba todos los estratos de la atmósfera media y baja.
La combinación de estos factores favoreció la formación de un manto nuboso con su base a poca altura del suelo, pero con el desarrollo vertical suficiente para formar nieve en su interior y precipitar los copos, detalla el SMN. El intenso frío en toda la atmósfera y el viento débil permitieron que los copos de nieve no se fundieran y puedan ser vistos en la superficie.
Así fue que, durante aquel 9 de julio y la madrugada del 10, la nieve no solo cayó en Capital Federal y la zona cercana a Rosario –no en el casco urbano de la ciudad–; también hubo registros de nevadas en varias localidades del sur de Santa Fe, norte de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, San Luis, norte de Mendoza, San Juan, La Rioja y hasta en Catamarca.
Aunque a muchos este evento atípico les impactó, los registros históricos revelan que hubo otras nevadas y que solamente Chamical (La Rioja), Pergamino, La Plata, Punta Indio, El Palomar y Aeroparque fueron testigos de la primera nevada en su historia, aquel 9 de julio de 2007.
La gran nevada de diez años atrás duró casi 10 horas en algunas zonas y permitió hacer muñecos y guerra de bolas de nieve como en las películas; en los noticieros no se hablaba de otra cosa y todos los que pudieron, tuvieron su foto con el paisaje blanco.
¿Puede repetirse?
"Hoy es completamente distinto, las temperaturas están altísimas" en la región central de la Argentina, según indicó Cindy Fernández, del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Tras explicar que una de las condiciones que hizo posible aquel fenómeno fue que las temperaturas eran muy bajas desde la superficie terrestre hasta niveles medios de la atmósfera.
"Ahora estamos con condiciones completamente distintas, con temperaturas por encima de lo normal, altísimas para esta época del año", especificó la meteoróloga a la agencia Télam, y señaló que 2007 fue uno de los más fríos de los últimos 56 años, en un contexto en el que "hay una tendencia a que los inviernos sean más cálidos".