Fernando Rodríguez es colombiano, pero hace 30 años vive en Rusia. Es voluntario de la vacuna Sputnik. Jorge Conde es argentino y vive en Argentina. Es voluntario de la vacuna Pfizer. La curiosidad y las ganas de ayudar los empujaron a ofrecerse. Por Radio 2, contaron cómo son los estudios y cuáles son las primeras sensaciones en el cuerpo.
Tanto la Sputnik V como la Pfizer avanzan a paso firme y han probado una alta eficacia: 92 por ciento en el caso de la vacuna rusa, 90, en el caso del laboratorio estadounidense.
En contacto con el programa Radiópolis, Rodríguez contó que ya le colocaron dos dosis –la primera el 15 de octubre y la última el 5 de noviembre–, aunque no sabe si de la droga o del placebo. Esto sabrá recién a finales de mes con el nuevo análisis de sangre que revele si se generaron anticuerpos contra el covid-19 o no.
Hasta aquí, no tuvo ninguna reacción adversa ni de ningún otro tipo.
Por su parte, Conde, que es periodista, sí refirió dolores tras aplicarse la vacuna de Pfizer, por lo que sospecha que no le aplicaron el placebo. La primera dosis fue a finales de septiembre y sintió un leve dolor articular que no duró mucho. En la segunda dosis, que fue el 14 de octubre, ese dolor se acentuó un poco más pero tampoco pasó de las 24 horas ni fue algo insoportable.
La curiosidad periodística lo llevó a ofrecerse como voluntario. E informó que esta semana Pfizer decidió, una vez terminado el estudio, aplicarle, sin cargo, la vacuna verdadera a todos los voluntarios que recibieron los placebos.