Dos dueños de bares y restaurantes de Rosario fueron demorados ayer por la Policía en el marco de la concentración que llevaron adelante frente a la sede de Gobernación a fin de hacer visible la crisis económica que padecen por las restricciones sanitarias. Uno de ellos es Jorge Sauán, titular del tradicional Gorostarzu, quien aseguró que como muchos de sus colegas no puede pagar los impuestos al tiempo que peligra la continuidad comercial. En ese sentido, admitió que muchos locales quebrados están siendo comprados a bajo costo por sectores que no pertenecen al rubro.
En contacto con Radiópolis (Radio 2), el gastronómico brindó algunos detalles de la detención de ayer cuando con otros titulares de bares y restaurantes de Rosario llevaban adelante una acción solidaria para poner foco en la dura situación que atraviesan. Cerca de las 14 se hizo efectiva la orden del fiscal José Luis Caterina para desbaratar la manifestación y dos de los manifestantes fueron detenidos. “Esto se empezó a gestar hace varias semanas, quisimos hacer un reclamo cuidado, no con megáfono y musculosa, somos conscientes del momento en que vivimos, no somos ajenos, no podemos abrir, aunque queremos hacerlo”, advirtió e insistió: “Traté de no buscarle la vuelta con un grupo, estuvo todo pensando hasta la comida, no fue un guiso, hicimos un sandwich de bondiola para que con una servilleta se pueda servir, aparte me parecía excelente convertir un reclamo en solidaridad”.
Para Sauán el encuentro se estaba desarrollando normalmente, con las medidas sanitarias en regla “hasta que a Catarina se le ocrrió desarticular todo”. “Teníamos el bar al aire libre y estaba precioso, pero no prendimos una leña hasta el permiso municipal. A las 9, cinco horas después de que habíamos empezado mandaron a la Policía. A las 2, vinieron y nos dijeron 'tienen que ir dos presos'. Me río para no llorar”, observó.
El gastronómico ya en libertad confió que hace 20 años está en la actividad. “El mes pasado acumulé pasivos, tuve ganancias solo dos meses desde marzo pasado, suspendí, no puedo pagar impuestos pero más allá de eso si tengo restricciones no me pidas que pague la totalidad de impuestos, no pueden pretender eso, es un caso ideológico”, analizó.
“Las medidas llegaron tarde, ya cerraron 100 bares, que son comprados por grupos desconocidos que compran esos locales por el pasivo, yo tengo huevos para seguir adelante pero hay gente de más de 60 años que tienen deudas de 4 millones de pesos acumulados, no quieren renegar más entonces venden sus negocios por el pasivo, quedate con el bar y ya”, señaló y subrayó: “Están regalando los bares”.
Consultado sobre si existe una economía delictiva que adquiere los comercios cerrados, expresó: “Está claro, es un hecho, no puedo dar nombres pero hay varias esquinas, no es un tema fácil”.
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