En el primer fin de semana de vigencia de las nuevas restricciones por la segunda ola de coronavirus, los comercios de Pichincha ofrecieron realidades dispares.
Consultados por el móvil de el Tres, encargados de locales con consumo al paso como bares y panaderías destacaron que la demanda se mantuvo pese a las medidas.
La cara opuesta de esta situación es la que detallaron establecimientos gastronómicos cuyo fuerte era el horario nocturno y con “algo de actividad” en los mediodías que informaron una notoria baja.
En el diálogo con la periodista Almudena Munera, sí coincidieron en que “la mayoría de las ventas son por delivery” y, en menor medida, el take away o retiro en locales.
Mientras Pichincha mostraba las persianas bajas, otra era la imagen de bulevar Oroño muy concurrido por rosarinas y rosarinos, al igual que la zona de la costanera.
El su relato, la periodista de el Tres detalló que se trataba en su mayoría de “personas haciendo deportes, con caminatas y corriendo” y grupos familiares que aprovechaban el sol del primer día del feriado puente.
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