Un sacerdote de Jujuy fue detenido tras ser acusado de violar a una niña de 10 años. Se trata del párroco de la iglesia de la ciudad jujeña de El Carmen, Ricardo Oscar Quiroga, más conocido como el “Padre Cocó”. La Justicia investiga además la participación de al menos otras personas que habrían sido cómplices del hecho.
Según El Tribuno, la denuncia fue presentada por la mamá de la víctima en la comisaría octava de esa localidad, a unos 27 kilómetros de distancia de la capital provincial. De acuerdo a su declaración, una mujer pasó a buscar por su casa a su hija con la “excusa de salir a pasear” y la llevó a un domicilio ubicado en el centro del pueblo, donde la menor fue violada por el párroco y por otro hombre.
Después, en base al testimonio de la madre, la misma mujer que había llevado a la víctima hasta ese lugar fue la que la trasladó a otra vivienda en la que “la bañó y quemó su ropa interior” para intentar “ocultar las pruebas”.
Ahora, la investigación alcanza a esta persona que habría cumplido el rol de “entregadora” para facilitar el abuso sexual a cambio de una suma de dinero así como también al otro hombre señalado por la nena en su denuncia. En tanto, el cura Quiroga fue detenido e imputado por el delito de “abuso sexual con acceso carnal doblemente calificado por ser cometido por dos personas y por ser miembro de un culto religioso”.
La causa quedó a cargo del fiscal Darío Osinaga Gallacher, titular de la Unidad Fiscal de Investigación Penal Preparatoria de Alto Comedero.
Por su parte, desde el Obispado de Jujuy anunciaron que la Iglesia “se pone a entera disposición de la justicia para todo lo que haga lugar” y tras enterarse por los medios de comunicación de la grave denuncia contra el párroco, decidieron “suspender cautelarmente y como primera medida el ejercicio del ministerio sacerdotal” a través de un comunicado.
También expresaron su rechazo a “cualquier acto que amenace la dignidad de las personas, especialmente, de los menores y personas vulnerables. Nuestra cercanía y disposición con las eventuales víctimas y familias”.
El aberrante caso se dio en medio de un clima crispado y marchas casi a diario contra los femicidios y la violencia machista, tras los asesinatos de cinco mujeres en poco más de treinta días en la provincia.
“La emergencia en violencia es ya”, es el reclamo que desde hace años sostienen las organizaciones de mujeres, y sobre el que se empezó a avanzar recién días atrás en la legislatura provincial.