El gobierno santafesino completará la semana próxima un total de un millón de vehículos inspeccionados en límites interprovinciales desde el comienzo de la pandemia de coronavirus, de acuerdo a la proyección de los números hasta ahora en la sumatoria de 27 puestos de control activos.
La cifra fue adelantada este viernes en El Tres por el subsecretario de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), Osvaldo Aymo, y pidió paciencia a los conductores ante algunas demoras que se generan.
“Todos los organismos de control y el personal de salud –que intervienen en los retenes de rutas y autopistas– estamos totalmente presionados porque, por ejemplo ahora, hay tres kilómetros de cola y todavía no estamos en hora pico”, graficó el funcionario al mediodía desde el peaje de General Lagos, sobre el camino que une con Buenos Aires.
También, con el afán de graficar la situación, detalló que, sólo en ese puesto, “el lunes se inspeccionaron 5.700 vehículos, el martes 6.700 y el miércoles, 7.000”. Por eso pidió: “Todos los usuarios de la vía tenemos que ser conscientes del tiempo que podemos perder por estos controles”.
Explicó que los tests de olfato que se están implementando –la pérdida de ese sentido es uno de los síntomas del coronavirus– demandan 16 segundos y se debe además, conforme a las reglamentaciones vigentes, “tomar la temperatura de las personas que viajan y validar la documentación”.
Sobre ese último punto, recordó que está vigente el decreto que ordena que toda persona no residente en la provincia debe presentar un hisopado negativo de covid-19 con una antigüedad no mayor de tres días, aunque reconoció que muchos viajantes “no quedan en la provincia sino que la usan como paso hacia provincias del norte”.
“Tenemos 27 puestos de control y desde el desde el principio de la pandemia hasta la semana que viene vamos a llevar fiscalizados un millón de vehículos”, insistió Aymo, y como dato también tiró que son más de 1.100 los vehículos que fueron rechazados en las inspecciones desde el pasado 8 de julio, cuando se intensificaron las exigencias por el fin de semana largo para evitar, por entonces, la llegada de turistas.
Dicha restricción se mantuvo cada fin de semana siguiente y directamente no se permite el ingreso a Santa Fe de aquellas personas no residentes que no justifiquen ser trabajadores esenciales o viajar por motivos de salud.
“Lo más importante de todo es la responsabilidad comunitaria”, consideró el responsable de la APSV, y recordó que además desde el último lunes se implementa la obligatoriedad del hisopado negativo de covid -19 para no residentes o test análogos para trabajadores esenciales.