En los primeros seis meses del año, se labraron más de 230 mil multas por exceso de velocidad en rutas santafesinas. Hacen un promedio de 1.300 diarias y eso representa 53 por ciento más que en el mismo período de 2023.

Así lo precisaron desde elgobierno de la Provincia de Santa Fe, a través de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), que tiene como eje principal de su política de prevención el control de una de las conductas más graves en la conducción: el exceso de velocidad, según se informó oficialmente.

Para ello, se llevan a cabo controles en conductores, con la utilización de dispositivos fijos y móviles de captación de presuntas conductas infractoras. 

De enero a junio fueron excatamente 233.984 multas por exceso de velocidad que implica un un crecimiento del 53 por ciento respecto al mismo período en 2023. En este 2024, el mayor registro detectado es el de un conductor que circulaba a 203,66 km/h, donde la máxima permitida era de 60.

Otros valores altos encontrados también son frecuentes en las rutas de la provincia tales como 197, 181 y 174 km/h. El 80 por ciento de los vehículos que incurren en esta infracción son vehículos livianos como automóviles o pickups.

Desde abril se llevan a cabo las mediciones en puestos de PSV con la detención de los conductores. En estos puntos se labraron 1.981 actas por exceso de velocidad a personas que circulaban a mayor velocidad que la permitida y que fueron notificadas en el momento

El mapa de radares en la provincia de Santa Fe se completa con 74 equipos en 30 localidades habilitados por la APSV e instalados en rutas con jurisdicción de municipios y comunas. El objetivo de esta política de prevención y control es reducir el número de siniestros y de víctimas, teniendo en cuenta las particularidades de cada región, los tramos de ruta con mayor circulación vehicular, los que registran mayores excesos de velocidad y que requieren una intervención parte del Estado.

Los controles se realizan en puntos distribuidos en todo el territorio provincial de acuerdo a los datos brindados por el Observatorio Vial en materia de las tasas de transitabilidad y de siniestralidad vial. Para ello, se utilizan tres tipos de radares: fijos, móviles y móviles con detención.

En este último caso, el personal de Policía de Seguridad Vial (PSV) toma las capturas de los vehículos que transitan en exceso de velocidad e informa al personal ubicado en un puesto más adelante. Los conductores son detenidos en este segundo puesto donde se le fiscalizan todos los requisitos de circulación, como documentación, dispositivos de seguridad, etc. y se le labra el acta correspondiente por el exceso de velocidad en el lugar.

“El objetivo de estas acciones es lograr un cambio en una conducta gravísima y que puede costarle la vida a muchas personas. Vamos a intensificar los controles en toda la provincia a través de cinemómetros en base a un plan de trabajado ordenado y eficiente que hemos delineado con las empresas proveedoras del servicio”, sostuvo el Secretario de APSV, Carlos Torres.

En la actualidad la provincia cuenta con 12 radares fijos instalados en rutas y autopistas y 4 móviles. El plan de trabajo entre la APSV y la unidad transitoria), que nuclea a las empresas prestadoras del servicio de radarización, prevé instalar 6 nuevos equipos fijos y 11 móviles en 2025. Esto representará un total de 33 equipos instalados al finalizar el próximo año.

Este plan prevé también la incorporación de 5 vehículos en 2025. Además, se está trabajando en la puesta a punto de los sistemas necesarios para la gestión de las actas, la integración del Sijai y Gestore (sistema de gestión administrativa de deuda), el botón de pago para brindar a los usuarios mayores posibilidades de pagar la infracción, sobre todo en otras provincias, y la incorporación de recursos humanos con perfiles informáticos.