Se derrumbó este fin de semana el muelle que Ente Administrador del Puerto Rosario (Enapro) había inaugurado en el verano de 2021 en la isla frente a Rosario conocida popularmente como el banquito San Andrés. Según las primeras hipótesis, troncos arrastrados por la crecida del río impactaron en la estructura del muelle, de unos 50 metros de largo, que se derrumbó el sábado por la tarde.
Ya desde la semana pasada el muelle venía acumulando muchos camalotes, que eran retirados de manera inmediata por las autoridades. Según los registros oficiales, además de la fuerte suba del río, que hoy está a 4.5 metros, el caudal de agua tránsito del agua aumentó tres veces desde que comenzó a subir el nivel
Según fuentes de las reparticiones técnicas del Enapro, el viernes por la noche –a raíz de la fuerte tormenta– detectaron que habían colisionado más camalotes contra el muelle. Por eso, el ente decidió suspender desde el sábado a primera hora los cruces. Y por la tarde de ese día la estructura se desmoronó, en principio porque ramas y árboles arrastrados se habrían incrustado entre los pilotes haciendo palanca y provocando el colapso.
De cara al inicio de la temporada, el Enapro le pidió a Prefectura la reválida técnica del muelle, y la autoridad le dio el ok al estado de la infraestructura el pasado 28 de octubre. Ya al momento de la construcción del muelle, Prefectura había aprobado todos los estudios de calado y resistencia. Es por eso que para las autoridades quedó claro de que lo ocurrido el sábado fue un accidente.
Ahora, informaron desde las oficinas técnicas del Enapro, se empezarán las tareas de reconstrucción del muelle asegurando que todas las obra contarán, como hasta ahora, con la aprobación de Prefectura. La reconstrucción será total, por más que hayan quedado partes sin derrumbarse.
Esa isla, cuyo nombre es Sabino Corsi, está bajo jurisdicción provincial desde finales de los noventa. Cuando Santa Fe obtuvo la titularidad, le cedió la administración y control al organismo portuario, que los reservó para actividades logísticas propias del sector portuario.
Pero como nunca el Estado hizo presencia fuerte, los terrenos empezaron a ser apropiados de manera ilegal y usurpados por privados, tanto para actividades comerciales, como para vivienda y para la construcción de cabañas para alquiler.
En tren de regularizar la situación, la ahora gestión saliente del Enapro decidió marcar por primera vez en la historia del ente presencia institucional y así construyó el muelle y armó un dispensario frente a la playa (en el que además de servicios médicos había personal de seguridad) al tiempo que realizó un censo, que detectó más de 200 usurpaciones privadas, intimado a los usurpadores. El armado del muelle, incluso, permitió reactivar el tránsito de embarcaciones de pasajeros entre la Nueva Estación Fluvial y el banquito.
Antes de su inauguración, el muelle –cuando estaba en construcción– había sido saqueado, causando daños por 300 mil pesos.