El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, acusó este lunes de "cagones" a los periodistas y que por eso tendrían menos chances de sobrevivir que él en caso de que sean contagiados con el coronavirus.
"Las chances que ustedes tienen de sobrevivir es menor que la mía", dijo durante un evento oficial, un día después de haber amenazado con "romperle la boca a trompadas" a un reportero que le preguntó sobre una investigación de lavado de dinero en la que aparece involucrada la primera dama Michelle Bolsonaro.
Bolsonaro organizó un acto en el Palacio del Planalto para defender el uso del remedio hidroxicloroquina y cloroquina, pese a que no tiene comprobación científica en el tratamiento contra la covid-19, tal su experiencia con la enfermedad el mes pasado.
"Hablé de mi pasado como atleta (para enfrentar la enfermedad) y la prensa se burló. Pero cuando se contagia algún cagón como ustedes (periodistas) la chance de sobrevivir es menor que la mía. Ustedes saben hacer maldades con la lapicera, hay excepciones, claro", afirmó Bolsonaro, quien se encuentra en su momento de mayor popularidad en las encuestas.
El presidente encabezó el acto "Venciendo a la covid-19" junto con periodistas aliados y organizaciones de médicos bolsonaristas que defienden el uso de la cloroquina.
Según Bolsonaro, parte de los más de 115.000 muertos por coronavirus en el país hubieran podido salvarse si tomaban cloroquina, remedio contra el lupus y la malaria que se convirtió en la bandera de la ultraderecha contra la pandemia y que carece de comprobación científica contra la covid-19.
"Si la cloroquina y la hidroxicloroquina no hubiera sido politizada se podrían haber salvado parte de las 115.000 víctimas, aunque no tenga comprobación científica. La cloroquina está teniendo éxito", dijo Bolsonaro.
El propio Bolsonaro informó que dio positivo en julio y pasó su reposo mostrando que tomaba comprimidos de hidroxicloroquina.
"En el medio militar es mejor tomar una mala decisión que una indecisión. Una indecisión lleva a perder la batalla o la guerra, lo mismo los médicos con las vidas", afirmó.
Reconoció que dos de sus ministros de Salud, Luiz Henrique Mandetta y Nelson Teich, renunciaron por negarse a firmar una orientación para que los médicos tengan la libertad de aplicar cloroquina en pacientes leves, algo a lo que accedió el actual, el general en actividad Eduardo Pazuello.
Hasta mayo pasado apenas había prescripción para aplicar el remedio contra la malaria a las víctimas de coronavirus en casos de extrema gravedad.
Bolsonaro dijo que sabe de la falta de comprobación científica, pero aseguró que es una chance para salvar vidas como ocurría con el agua de coco que le inyectaban a los heridos en la Guerra de Corea.
"No iban a esperar para salvar a un soldado a tener comprobación científica en medio de la batalla", disparó.
Brasil, el segundo país con más casos confirmados de coronavirus y más muertes por la enfermedad desde el comienzo de la pandemia, suma 3.622.861 contagios (17.078 en las últimas 24 horas) y 115.309 decesos (565 nuevos), informó esta noche el Ministerio de Salud.