Acaso por al expectativa de que desde el lunes 13 algunos sectores vuelvan a producir, porque los números oficiales de contagios de coronavirus son bajos, por cansancio o lo que sea, desde hace algunos días se nota un relajamiento en el cumplimiento de la cuarentena, al menos en Rosario.
Esa situación fue muy notoria este lunes, cuando se notó bastante más trafíco en las calles que en días anteriores y también la ausencia de controles, que se ven menos rígidos que en otros lugares.
El punto de inflexión parece haber sido el viernes, día en que los errores organizacionales, responsabilidad de organismos nacionales como la Ansés y el Banco Central, hicieron que miles de jubilados y beneficiarios de la asignación universal por hijo, salieran a la calle y se agolparan frente a los bancos, rompiendo de hecho lo que había sido la cuarentena hasta ese momento y generando todos los riesgos de contagio que hasta ahí se habían evitado.
Pero, más allá de ese error, de ese golpe, la cuarentena sigue vigente, igual que el riesgo. Deberían entenderlo los ciudadanos y sostener el aislamiento obligatorio, justamente la medida de prevención que por ahora ha puesto a la Argentina en una situación mas favorable que otros países en cuando al avance del covid-19. Y también el Estado, que debe sostener el control para garantizar el cumplimiento de lo que él mismo resolvió.
La cuarentena continúa y así debe ser para proteger la población, hasta que expresamente el gobierno nacional diga lo contrario.
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