"Qué hacés vos Leda", disparó Mirtha Legrand de entrada. Fue la primera pregunta a la mesa: "Somos una comunidad, abastecemos comedores, asilos de anciano. Esto que vivimos como cristianos, es el paso de Jesús. Cuando él pasaba, la gente se aglomeraba. Vivimos en tiempo de descreídos y esto es un fenómeno de fe", le contestó Leda Bergonzi.
Y agregó: "Yo no sano, soy un instrumento. Yo dije que sí, porque a él le pareció bueno. Es hasta que él quiera y como él quiera".
"¿Tenés poderes?", retrucó la diva de los almuerzos en la Noche de Mirtha: "No, por supuesto que no. Hace 11 años que recibí este carisma. Fue a cuentagotas. Tuve que ir aceptándolo y hacerlo carne. Recibí este don de dios en una oración. Algo impactó".
Y contó cómo se notó lo que le pasaba: "Me di cuenta de como estaba un señor al verlo pasar en un colectivo y ahí sentí que algo me pasó".
Entonces, sumó: "Yo tenía miedo y acudí a Juan José Calandra, él me tranquilizó. La vida me cambió. Tuve que entender que hay muchas personas que no pueden ver. Tenemos una ceguera espiritual. A partir de ese momento empecé a ver la vida".
La presentación multitudinaria en Santos Lugares, Buenos Aires, en mayo pasado, renovó el interés nacional por la figura de esta rosarina a la que le asignan transformaciones en estados de salud y del ánimo y que en la ex Rural de Rosario congrega a miles de personas que piden su bendición “sanadora”.
Los medios de comunicación abordaron el fenómeno espiritual que se inició en Rosario y que, progresivamente, fue alcanzando más seguidores y trascendencia internacional. Fue entonces, que surgió el interés de la conductora más famosa de Argentina de tener a Leda entre sus invitados.