A punto de entrar a la última etapa de investigación, la vacuna contra el coronavirus que el laboratorio Pfizer prueba en la Argentina y Estados Unidos al mismo tiempo podría empezar a producirse a fines de 2020 o principios de 2021, según estimó Mario Lozano, virólogo molecular del Conicet y ex rector de la Universidad Nacional de Quilmes, en diálogo con el programa A diario, de Radio 2.
En una primera etapa, la vacuna pasó con éxito el examen de seguridad y toxicidad en Alemania y Estados Unidos, con lo cual recibió la aprobación de la FDA (Food and Drugs Administration, institución equivalente a la Anmat pero en Estados Unidos) para avanzar hacia las siguientes fases. Fue suministrada a 45 adultos (entre 18 y 55 años) que recibieron dosis distintas entre sí (10, 30 y 100 mg) y a nueve de ellos les tocó placebo. Las personas que se sometieron a las pruebas desarrollaron una cantidad de anticuerpos que superan a los que presentaron los pacientes recuperados de la covid-19 y esto constituye un dato alentador.
El próximo paso, del que participará Argentina, representará un desafío más grande: intentarán llevarla de 45 ensayos a 30 mil.
“Es una excelente noticia que se haya elegido Argentina para probar esta vacuna. Habla del reconocimiento que tiene el país en el mundo repecto de su inserción en el área biomédica”, sostuvo Lozano.
Y explicó que “lo que se está evaluando en la última fase son los riesgos potenciales para la salud y al mismo tiempo si la vacuna es eficaz para la producción de la cantidad de anticuerpos necesarios para proteger a una persona del coronavirus”.
El profesional dijo que en la fase previa se pudieron obtener datos sobre la eficiencia y la seguridad de la vacuna, que hay que ver si se sostiene al multiplicarse por miles el número de ensayos.
Los resultados, estimó Lozano, estarán a fin de año e inmediatamente después, si fuera exitoso, se podrá empezar con la producción.