Agostina Montefusco es arquitecta e hija de Hugo, una de las 22 víctimas fatales de la tragedia de Salta 2141, pero además fue la responsable del diseño del portón de ingreso al memorial que se inauguró este martes 6 de agosto, a once años de la peor tragedia en la historia de Rosario. En el acto realizado esta mañana en el lugar de la explosión, brindó detalles de la obra, su origen y simbolismo.
“La puerta representa el umbral entre dos realidades. La exterior, simbólicamente caótica, y la interior, en representación del orden sagrado. El 6 de agosto de 2013 este simbolismo pierde el orden de sus componentes de una manera dantesca”, explicó la arquitecta luego de agradecer a los gobernadores Omar Perotti y Maximiliano Pullaro, y de aclarar que se trató de “un desafío personal” por su lugar de familiar de una víctima.
En su discurso durante el acto, la profesional expresó que “la construcción del memorial vuelve a equilibrar y revalorizar el significado del dentro y del afuera” porque “el diseño del portón restablece el umbral e intenta conectar visualmente a través de su transparencia y permeabilidad con el recurso de perforaciones”.
“Genera un diálogo e intercambio entre situaciones de la cotidianeidad, interacción que se disipa gradualmente hacia arriba. Sobre la preservación de la memoria, la arquitectura transforma lo intangible en material, necesario para la construcción de la memoria colectiva”, abundó.
Y concluyó, sobre su madre y esposa de Hugo Montefusco: “Quiero agradecer a mi mamá, Marcela Nisoria, por su lucha, por darle valor a la vida, a la justicia y a la memoria”.
El memorial
El memorial consta de dos bloques centrales y un subsuelo. El cuerpo delantero del edificio tiene seis pisos, azotea, planta de tanques y sala de máquinas para ascensores y una altura aproximada de 33,70 metros. El bloque posterior posee cuatro pisos y azotea, con una altura aproximada a los 26 metros. Tiene doble altura en planta baja de seis metros. Cuenta también con dos salas con revestimiento acústico, baños públicos y privados con accesibilidad y también un office. Tiempo después de la tragedia, los familiares de las víctimas impulsaron la idea de realizar un memorial en el lugar donde se encontraban las torres afectadas por la explosión y luego demolidas. En 2014 el Concejo Municipal de Rosario solicitó a la Legislatura provincial que declare al predio de utilidad pública y sujeto a expropiación. Esa expropiación se aprobó en 2017, y en 2019 el Gobierno de la Provincia firmó con los dueños de las viviendas siniestradas los convenios de compra de esas propiedades. El proyecto de avanzar con el memorial se vio interrumpido por la pandemia de Covid, hasta que en enero de 2023 se licitaron las obras, que dieron inicio en abril del mismo año y que serán inauguradas este 6 de agosto, exactamente once años después del hecho.