Desde el aeroclub de Alvear, desde donde todos los días un centenar de brigadistas provenientes de todo el país parte hacia las islas entrerrianas a apagar los incendios, el director del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, Alberto Seufferheld, trazó un preocupante panorama al respecto. Para el funcionario, las condiciones climáticas pronosticadas para los próximos meses perjudicarán el escenario y lo agravarán. Consideró que la solución no depende de los recursos que el Estado disponga para combatir el fuego sino de que se deje de quemar.
En diálogo con A Diario (Radio 2), Seufferheld sostuvo sobre las llamas que devoran hectáreas y más hectáreas de las islas entrerrianas –se estiman que unas 500 mil hectáreas ya fueron afectadas–: “Es una situación grave de sequía extrema con bajante, y va a ser peor en los tres meses que se aproximan, unos 50 centímetros más abajo para el Paraná y sequía”, indicó.
“La única forma es cambiar la actitud, estamos salvando casas, viendo que productores apícolas no sea afectados o pescadores artesanales no sean afectados por el fuego”, señaló y confirmó que hay focos en Baradero, San Nicolás y Paraná. Seufferheld aseguró que los brigadistas trabajan a destajo para abordar cada uno de los puntos pero admitió que cuando apagan uno se prende otro.
“Ya no es apagar un foco, sino tratamos de proteger viviendas y que no se afecten los lugares más críticos que podamos tener”, admitió.
Por último, el funcionario insistió en la responsabilidad individual de quienes inician el fuego: “Por más que haya aviones si la actitud es seguir prendiendo, ya no es un tema de disputa de recursos sino de cambiar de actitud”, manifestó.
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