Florencia de la V escribió una sentida columna en Página 12 donde cuenta las emociones, los miedos y la preocupación que vivió desde el primer momento en que sus médicos advirtieron fisuras en sus implantes mamarios.
"Todavía estamos transitando el mes de la concientización del cáncer de mama, una iniciativa que busca que recordemos hacernos los estudios de imagen necesarios para el diagnóstico precoz de esta enfermedad. Para quienes tenemos prótesis mamarias, además, estos exámenes resultan esenciales, ya que cada tanto es necesario corroborar que todo esté bien y no haya rupturas. De hecho, como ya les había contado, gracias a una mamografía realizada hace unas semanas, los médicos encontraron fisuras en mis prótesis y me comunicaron que debía someterme a una nueva intervención quirúrgica. La noticia me quitó el sueño durante mucho tiempo. Ese día llegó finalmente y la operación sucedió exitosamente", comienza escribiendo la actriz, mamá de Isabella y Paul, mellizos de 10 años.
Hablando de su experiencia intentó transmitir la importancia de los chequeos médicos. El susto que se llevó fue tal que hasta llegó a dudar sobre los implantes.
"Una de mis principales inseguridades no era menor, tenía que tomar una decisión muy importante: ¿Volvería a colocar prótesis mamarias nuevamente en mi cuerpo? Hace tiempo comencé un tratamiento hormonal diferente que provocó muchos cambios en mi aspecto físico y en mi organismo. Mis pechos están más naturales, con mejor caída y siento que crecieron mis glándulas mamarias como si florecieran día a día. Esta sensación me hizo dudar sobre las prótesis. Además, el tema de la fisura me preocupó mucho; saber que tenía un líquido migrando por mi cuerpo no era nada agradable y por momentos sentía escalofríos. Después de ver las prótesis les juro que mis miedos tenían fundamento, nunca había visto nada igual", escribe Florencia.
Sin embargo, despedirse de ellos no fue posible porque sus glándulas mamarias no eran tan fuertes como imaginaba.
En su relato la comediante se cuestiona los motivos que la llevaron a estar pasando por una dolorosa y larga recuperación. Insiste en la importancia de cuidar la salud y también menciona el deseo de ponerle fin a una lucha ajena: verse como otros exigen que se vea.
Al respecto escribió: "Lloro como una niña: ¿será por la anestesia o estaré muy sensible? No lo sé, lo único que puedo afirmar es que no quiero volver a pasar por esto. Las cirugías no son un juego, así que piensen bien si quieren asumir el riesgo de atravesar una situación similar a la mía. Y si lo hacen, realícense los controles pertinentes para no encontrarse con sorpresas. Ojalá sea el final de un largo camino y el inicio de una búsqueda que va por dentro, no por fuera".