Tras la suspensión de la habilitación a una fiesta en la isla frente a Rosario, el titular del lugar aseguró que el parador Garden tiene todo en regla, señaló que no existe daño ambiental y se mostró preocupado porque la prohibición “puede afectar a todo el sector, no solo a nosotros, somos 15 paradores legales en las islas”.
En diálogo con Rosario3, Federico Fernández Garrone, responsable de Garden Island, dijo que se siente “perjudicado” por la medida y explicó: “Hago las cosas bien, presento todos los papeles, tenía los permisos y justamente por eso nos impiden trabajar a nosotros”.
Fernández Garrone se presentó como abogado especializado en derecho ambiental y marítimo y destacó que “Garden es un parador ejemplo en materia de cuidado del medio ambiente”. Dijo que en ocho años de realizar fiestas nunca se comprobó que haya impacto negativo concreto sobre el humedal ni se prendió fuego.
Sobre ese punto, aseguró que trabaja con “una empresa de limpieza que traslada un contenedor exclusivo, lo cruzamos con las lanchas y después hacemos disposición final de residuos”.
El titular del predio señaló que la de este sábado “era la primera fiesta de este año” y cumplía con todos los requisitos que pide Victoria: equipo de médicos, helicóptero y ambulancia en caso de emergencias, presencial policial efectiva y coordinación con Prefectura.
Siempre según su versión, Victoria aprobó su plan de evacuación que tiene 50 hojas, con seguro de responsabilidad civil con compañías de seguros y muelle para embarcaciones habilitadas.
Ese último punto es uno de los cuestionados. El parador se promociona con un muelle para cien embarcaciones y testigos denunciaron en más de una oportunidad el accionar de maquinarias pesadas para abrir un canal o zanjón desde el Paraná viejo hacia el saco.
Fernández Garrone lo negó y aseguró que en 2016 pidió “una habilitación a Vías Navegables, que es el órgano de control, para realizar una caleta, como hacen por ejemplo los clubes”. En 2020, tras una medida cautelar que impide el movimiento de tierra, el juez federal Daniel Alonso visitó el lugar.
“El juez federal constató que no era para hacer un terraplén ni para unir el Paraná viejo con el cauce del río porque es imposible eso y dijo que era legal, porque es una obra hídrica. Después, por la bajante no seguimos esa obra pero el juez tiene conocimiento de esos avances”, respondió a este medio.
Sobre la cuestión de fondo, el cuidado del humedal y regular de manera sostenible qué se puede hacer y que no sobre ese ecosistema (algo que la ley de humedales debería hacer y el Congreso nacional posterga desde hace una década), Fernández Garrone pidió no caer en “hipocresía ambiental”.
Según su mirada, con la prohibición de actividades recreativas y la limitación del ecoturismo se daña “a los kayaquistas, a las escuelas de surf o paddle surf, a los 15 paradores, a las tres mil o cuatro mil personas que disfrutan del río en esos lugares y acá no hay contaminación”. Diferenció las actividades legales de las clandestinas (que también existen y que en general no se controlan).
“Si las autoridades se ponen duras con estas actividades se va a perjudicar a mucha gente que vive de esto”, agregó. Aclaró que si bien la fiesta de este sábado no se va a realizar (porque Victoria suspendió la habilitación que había dado el jueves) el parador estará abierto porque no fue clausurado.
La suspensión del permiso fue difundida este viernes por la Municipalidad de Victoria porque había "omitido dar cumplimiento a una medida cautelar -atemporal- de la justicia federal de Paraná, dictada por el Juez Daniel Edgardo Alonso”. Esa medida establece "la prohibición absoluta de acciones humanas con capacidad de alterar el medio ambiente… actividades que impliquen riesgo de incendio aún de carácter accidental”, según señala el decreto 1267 comunicado.