Este lunes los alumnos de la primaria de la Gurruchaga fueron a la escuela en malla y ojotas para soportar mejor el calor extremo. Desde temprano, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) lanzó un alerta rojo por altas temperaturas, la primera vez en estos 12 días de bochorno sostenido. Desde la institución, destacaron la importancia de adaptarse para que los chicos no pierdan días de clases y aprovechar la coyuntura para convertirla en una instancia de aprendizaje. En tanto a los alumnos de la secundaria los liberaron hacia media mañanay los desobligaron este martes. En tanto, desde Amsafé, insisten en suspender el dictado.
“Hay que abordarlo desde el aprendizaje”, dijo Mariana Sánchez, la directora de la institución, que propuso a los padres llevar a los chicos con ropa fresca y cómoda, e incluso malla y ojotas para que, durante el recreo, se puedan refrescar con mangueras.
“Nunca vivimos algo igual y la escuela tiene que dar respuesta, es nuestra obligación interpretar lo que sucede”, reflexionó.
Sánchez explicó que la Gurruchaga cuenta con aires acondicionados, pero que por problemas de tensión no los pueden usar para evitar que se rompan. Entonces, ante las altas temperaturas, optaron por ofrecer a los chicos que vayan a la escuela en una ropa más cómoda que el uniforme habitual. No fue la única institución que lo hizo.
Durante el recreo, los y las docentes mojaron a los chicos con mangueras. La directora aclaró que la idea de la manguereada no es un juego, sino una forma de refrescar a los niños y evitarles golpes de calor.
En tal sentido, sostuvo que las actuales temperaturas y la posibilidad de ir a la escuela con un atuendo distinto tiene que ser aprovechada como una instancia de aprendizaje.
Rescató que la medida fue posible de implementar por la confianza de la comunidad educativa y familiar, y del ministerio de Educación: “Compartimos ampliamente la no suspensión de clases, si tenemos la posibilidad de continuar, ¿cómo no hacerlo?”.