El juicio por el crimen del Eduardo Trasante, ex concejal y pastor, que comenzó el pasado 28 de noviembre entró en receso este jueves, la actividad se retomará el 1° de febrero tras la feria judicial y la sentencia se conocería ese mismo mes.
Fuentes ligadas al proceso oral y público estimaron que aún quedan cuatro testigos por declarar cuando se reinicien las audiencias, luego llegarían los alegatos de cierre de las partes (fiscalía, querella y cada una de las cuatro defensas) para por último conocer la sentencia del tribunal.
Del 28 de noviembre hasta esta jornada prestaron declaración 50 testigos convocados por la fiscalía y la querella, y los primeros de las defensas.
Empleados policiales que participaron de diversas formas en las pesquisas de la investigación, especialistas en distintas áreas de la criminología, médicos forenses, vecinos del domicilio de Trasante, su ex esposa (Carolina Leones, único testigo presencial del hecho) y cuatro testigos de las defensas, formaron parte del juicio.
Con pocos testigos de la defensa que quedan por declarar, el trámite judicial retomará su desarrollo el 1 de febrero del año entrante, donde una vez agotadas las declaraciones que restan, se pasará a los alegatos de las partes para que, inmediatamente después, el tribunal dicte sentencia. Sería en esos días de febrero donde se conocerá el veredicto de los jueces Ismael Manfrín, Pablo Pinto y la jueza Paola Aguirre.
Al juicio por el crimen de Trasante, ocurrido en su domicilio el 14 de julio de 2020, se llegó habiendo establecido que el asesinato se dió en el marco de un plan, y que las cuatro personas imputadas (Julio Andrés Rodríguez Granthon, Alejo Leiva, Brian Álvarez y Facundo López), además de coordinar sus acciones realizaron aportes indispensables para la realización del hecho.
Si bien a ninguno de los cuatro imputados se le adjudica haber dado la orden primigenia ni ejecutar de mano propia a Trasante, la querella asegura que está acreditada su responsabilidad y que necesariamente tuvieron que coordinar sus acciones para llevar adelante el homicidio.
Junto con la fiscalía, las abogadas de la familia pidieron la pena de prisión perpetua para los cuatro. Entienden que los imputados realizaron aportes indispensables para la realización del hecho, lo que los convierte en coautores del delito de homicidio doblemente calificado, por mediar promesa remuneratoria y por la intervención de dos o más personas, señalaron desde la querella.
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