El fiscal de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos de la Fiscalía Regional 2, Matías Edery se refirió a la denuncia que hicieron en su contra sus pares Pablo Socca y Miguel Moreno, en el marco de una investigación por extorsiones. Este miércoles, durante una audiencia, el funcionario quedó sobre el tapete a partir de su relación con Mariana Ortigala, testigo estrella en el proceso penal que terminó en prisión perpetua para el convicto por robo de autos, homicidio y narcotráfico Esteban Alvarado y, actualmente, investigada por participar de los aprietes a un empresario de los juegos de aza. como testaferra de Guille Cantero, un vínculo evidenciado en uno de los teléfonos secuestrados en un caserón de Funes Town, de donde personal de la ex Asuntos Internos incautó vehículos y dos armas. Uno de los celulares, un Xiaomi, estaba destinado únicamente “a pasarle información a Edery”.
En este sentido, en declaraciones al la edición nacional de "Telenoche", Edery se refirió a Ortigala: “Ella nos pasaba cierta información que nosotros corroborábamos cuando tenía cierta entidad, pero eran cuestiones muy difusas, por eso le dábamos poca entidad a sus comunicaciones”.
Para el funcionario, “ventilar estas cuestiones como lo de una persona que pasa información en el marco de una audiencia pública es un acto de irresponsabilidad, porque como Estado debemos proteger a esa persona que está brindando datos, al margen que haya cometido delitos”.
“Después de que se ventiló eso en una audiencia, eso casi le cuesta la vida a una persona y también amenazas a mí. Hay que ser responsables. Tenían una orden de omitir vincular esta información –dijo sobre los fiscales que lo acusan–porque me ponían en riesgo a mí, a la persona que está presa y a la sociedad. Ellos incumplieron esa orden con mucha irresponsabilidad, poniéndonos en riesgo”, apuntó.
Más información