Tanto calor no podía terminar más que en lluvia abundante. Después de los chaparrones del viernes pasado y un fin de semana sin agua, este lunes feriado el cielo quiso llover de nuevo y con ganas. Cerca de las 7 se reanudaron las precipitaciones con muchísima intensidad en Rosario, mientras regía un alerta amarilla por tormentas fuertes, que hacia la tarde cesaron, al igual que el aviso del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
En la ciudad se registraron 34,7 milímetros de agua, la mayor parte hasta las 9 de la mañana, según datos oficiales a los que accedió Rosario3 y que encuadran dentro de las previsiones.
El mismo informe da cuenta de ráfagas de viento por la mañana que alcanzaron un pico de 63 kilómetros por hora, desde el sector sudoeste y a las 7.30, a la par de las precipitaciones.
Desde la tarde, con viento sur, el cielo comenzó a limpiar -incluso, antes de su puesta, el sol alcanzó a proyectar un par de rayos- aunque la temperatura máxima del día fue de apenas 24,3 grados, a la hora 18. Ya no había más alerta para el sur santafesino.
Fue el golpe de nocáut para la ola de calor extremo que azotó la región durante más de una semana, y la entrante se presenta con un termómetro mucho más amigable, incluso con mañanas frescas, como este martes feriado de carnaval, con 14 grados de mínima y sólo 22 de máxima, según el SMN.
Si bien se espera un ascenso paulatino con el correr de los días, habrá tiempo estable y con cielo de algo a parcialmente nublado para miércoles (13º/26º), jueves (18º/27º) y viernes (19º/29º). Luego de esa semana corta, sábado y domingo llegarían con tardes que rondarán los 30º.
Después de la lluvia
Como medida preventiva para evitar la aparición del mosquito aedes aegyptis, transmisor del dengue, zika y chikungunya, hay que tener en cuenta vaciar y limpiar todos los recipientes o espacios donde pudo haberse juntado agua.
Es recomendable siempre que estos recipientes se mantengan boca abajo, pero en caso de que tengan agua, deben ser vaciados y cepillados.