La reina Isabel II, la monarca que ocupó el trono de Gran Bretaña durante 70 años y falleció este jueves tras lidiar con diferentes problemas de salud, rechazó una oferta que el Gobierno de Juan Domingo Perón le hizo en 1953 para comprar las Islas Malvinas.
Isabel tenía 25 años cuando, tras la muerte de su padre, dejó de ser princesa para convertirse en la sucesora del trono. Esto ocurrió la noche del cinco de febrero de 1952, cuando ella y su esposo Felipe de Edimburgo, de 30 años, se encontraban en el Parque Nacional de Aberdare, en Kenia, durante una larga gira de la pareja por varios de los países de la Commonwealth.
Desde aquel momento, Isabel llevó la corona y fue testigo de diferentes acontecimientos históricos, entre ellos la Guerra de Malvinas. En relación a este conflicto, la reina tuvo varias audiencias públicas con Margareth Thatcher y siguió el tema día a día.

El príncipe Andrés, su tercer hijo, incluso peleó en la Guerra de Malvinas al servir en el portaaviones HMS Invincible, donde se desempeñó en misiones de combate como piloto de helicópteros.
"Mi gobierno garantizará la seguridad, buena gobernanza y desarrollo de los territorios de ultramar, incluida la protección del derecho de los habitantes de las Falkland (Malvinas) y de los gibraltareños a determinar sus futuros políticos", delcaró la reina en el 2013 sobre la situación de las islas, durante la presentación en el Parlamento del programa legislativo del gobierno.
Fue la primera vez que un gobierno británico hizo que la reina se refiera a la disputa de soberanía con Argentina por las Malvinas. La referencia se produjo en un momento de tensión diplomática entre los dos países, con acusaciones cruzadas, en medio de la negativa británica a sentarse a dialogar con nuestro país sobre la soberanía.
La oferta de Perón para comprar las Malvinas
A fines de mayo de 1953, mientras la joven Elizabeth Alexandra Mary se aprestaba a asumir al frente de la Corona del Reino Unido, arribaba a Londres el entonces vicepresidente argentino Alberto Teisaire.
El contraalmirante mendocino viajó con el título de embajador extraordinario y plenipotenciario para una misión especial: debía representar a la Argentina en la ceremonia de coronación de la flamante monarca, quien iba a reemplazar en el trono a su fallecido padre, Jorge VI.
El día de la asunción de Isabel II, el dos de junio de 1953, Teisaire estuvo ubicado en uno de los palcos tapizados de azul del coro de la Abadía de Westminster, lugar en que estuvieron los representantes extranjeros.

Pero la "misión especial" no tenía únicamente el propósito de representar al país durante la coronación de la monarca, sino que también lo tuvo como encargado de formalizar una propuesta de Perón para recuperar las Islas Malvinas.
El vicepresidente se reunió en privado en el Park Lane Hotel con el entonces subsecretario de Exteriores británico con responsabilidad sobre los asuntos latinoamericanos, lord Reading (Gerald Rufus Isaacs). En ese encuentro, le manifestó la intención de la Casa Rosada de comprar el archipiélago ocupado por el Reino Unido desde enero de 1833.
Según documentos oficiales británicos desclasificados en enero de 1984, el mendocino manifestó que el Gobierno "deseaba que las relaciones económicas anglo-argentinas se establecieran sobre una base firme, y que su propuesta era que, como parte de algún arreglo a largo plazo, Gran Bretaña debería renunciar a todos los derechos y reclamaciones sobre las Islas Malvinas".

Aunque no se ofreció una cifra específica, el funcionario del Reino Unido rechazó tal propuesta y justificó la negativa al señalar que "los habitantes de las Islas Malvinas eran británicos, y si se celebraba un plebiscito, votarían prácticamente por unanimidad para permanecer bajo la bandera británica".
También quedó registrado en esos informes desclasificados que lord Reading le dijo a Teisaire que "era inconcebible que cualquier Gobierno británico considerara la venta de las islas".
"Si lo hicieran, se produciría de inmediato un tremendo clamor popular y el Gobierno ciertamente sería derrocado", analizó en aquella reunión privada el funcionario.