La jornada arrancó tibia, prometía ser caliente y cumple: a las 16 la temperatura marcó 34,4 grados y la sensación térmica subió a 36,7°.
Según ese registro del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) la humedad era de 42% y el viento pareció huir por las altas temperaturas. Apenas sopla una brisa tibia desde el noreste a 7 kilómetros la hora.
El sol apuntaba a la ciudad con todos sus rayos y sólo algunas nubes le hacían frente. Los que pueden, a zambullirse en el agua (pileta, río o palangana, aunque sea).
El domingo asoma similar: una mínima de 23 grados, una máxima de 33 y cielo parcialmente nublado.