Los socios del Club Alemán Rosario harán un acto en memoria de las víctimas del Holocausto en su sede, y en ese marco se mostrará un cuadro del año 1935 con firmas de socios de aquellos años y una bandera en el borde superior con una cruz esvástica.

Esto fue organizado con el objetivo de recordar, propiciar el diálogo y “el ejercicio activo de memoria a las víctimas”, precisaron desde la comisión directiva.

El cuadro en cuestión es una rúbrica de muchos socios de 1935 con la pequeña esvástica sobre una bandera, con motivo del 50 aniversario del club en aquel momento, y estuvo colgado durante muchos años, que luego fue retirado, ya que esa simbología es culturalmente condenada, y hasta en Alemania es plausible de una condena.

El acto conmemorativo, abierto al público, será el próximo miércoles 13 de septiembre a las 18.30 en la sede de Paraguay 462, en busca de la posibilidad de "hablar y recordar las atrocidades de ese momento histórico para que no se repita".

En una decisión unánime de los miembros de la comisión directiva del Club Alemán, quienes reconocieron el haber de orígenes nazis en muchas familias, precisaron: "La simbología de este cuadro corresponde al nefasto período histórico del Tercer Reich. Permanecerá colgado en su lugar original como recordatorio y ejercicio activo de memoria a las víctimas del Holocausto".

"No es que pensamos que esta es la mejor manera de recordar. Sabemos que se pueden hacer muchas cosas, pero es empezar por algo. Es la primera vez que hacemos un acto en mención de esto en la comunidad alemana de Rosario", explicó el presidente del Club Alemán, Federico Luchtenberg.

Aseveró: "No conozco comunidades alemanas que hagan estas revisiones. En Buenos Aires se ha hecho homenajes a víctimas, pero acá nunca antes. Los que hacen estas cosas son solo la comunidad judía, y queremos que ellos vengan al acto el miércoles en homenaje a las víctimas. Tengo conocimiento de que hubo muchos inmigrantes judíos de Alemania, y nos encantaría que sean parte de este club".

El cuadro con todas las rúbricas firmadas en 1935, a 50 años del Club Alemán, que se vuelve a exponer en su sede de PAraguay al 400.

En el cuadro, en idioma alemán, rezan las siguientes palabras: “Éste recordatorio fue firmado por todos los miembros que estuvieron presente en la fiesta de recordación por los 50 años del aniversario de la fundación del Club Alemán de Rosario”.

La búsqueda de significado del elefante en la sala

El papiro que celebraba los 50 años de existencia del Club Alemán, que ahora volverá a colgarse, estuvo durante muchos años exhibido en un sector de exposiciones de la institución, hasta un año atrás, cuando un socio detectó la bandera con la inscripción del nazismo, y al dar aviso, la reacción de los directivos fue instantánea. Había que desmantelarlo, como ocurrió durante mucho tiempo con esa simbología. Ahora el objetivo es visibilizarlo para que se vuelva a dialogar, en tiempos que “en Argentina aparecen nuevos discursos totalitarios, para que recordemos cuál era su significado y que no vuelva a ocurrir”.

“¿Qué se hace con ese cuadro? ¿Lo quemamos, lo guardamos ó lo tiramos? Es muy difícil pensar una acción cuando detectamos ese símbolo que estaba ahí frente a todos y nadie veía. Cuando me avisaron que estaba, dije que lo sacaran de inmediato, y nadie lo dudó”, fueron las palabras del presidente del Club Alemán.

Así recordó que fue el momento en que se decidió ocultar, porque todos estos años se prohibía exhibir esvásticas. Pero luego analizó: “Al no exhibirlo, el asunto se volvió un pactar con el silencio. Como si esto nunca pasó”.

Entonces fue consultado por este medio sobre cómo surgió la idea de volver a colgar ese cuadro, y recordó: “Muchos socios no entienden la importancia que carga la simbología. Entonces justamente pensé que para entender lo que representa, había que volverlo a colocar. Propuse esto en la comisión directiva y todos coincidieron en hacerlo”.

El referente se explayó sobre la complejidad de la propuesta: “Pensamos esto para justamente señalar qué posición tomar sobre los hechos históricos, en vez de negarlos ocultando el cuadro. No es ponernos en un lugar de culpa, no estamos diciendo que hubo un nazi en la familia, pero tampoco imagino que mi abuelo se opuso al gobierno alemán de ese momento”.

Entonces planteó un paralelismo para un mejor entendimiento: “Es similar a lo que pasaba acá durante la Dictadura, la sociedad lo normalizaba. Eso que se ve en el cuadro, en aquellos años era la bandera del estado alemán. Los que firmaron no es porque haya afinidad ideológica. Lo que representaba ese símbolo, era de un partido y luego de un Estado. Y cuando pasó la guerra y se conoció el genocidio, ese significado cambió. Entonces ahora hay que recordar el contexto en que fue hecho ese papiro, que es anterior, y entender el significado actual”.

Entonces apreció: “Mucha gente se siente incómoda o lo critica. Piensan que es un tema que queda en el pasado, y fijate que en Argentina ahora se está poniendo en cuestionamiento cosas de la Dictadura, entonces el pasado importa y no hay que ocultarlo, sino todo lo contrario, que al mostrarlo sea oportunidad de contarlo”.  

El referente de la entidad cultural alemana señaló que en las escuelas públicas y en la ciudad están apareciendo cruces esvásticas, y sobre eso aseveró: “Es un resurgir de los totalitarismos, y por eso pienso que es necesario hablar estas cosas. Es lo opuesto a ocultar, para educar a los jóvenes sobre lo que ocurrió para que no se repita”.

El tema del genocidio nazi, en su opinión se ve lejano, se relaciona con las películas. Pero vio “esta decisión como una oportunidad. Si quemábamos el cuadro es no querer hablarlo. Es un tema que como nos supera y nadie sabe cómo manejarlo”.

Finalmente Federico destacó que hubo nazis en Rosario: “Yo no tengo registro pero hay investigaciones: un blog tiene un listado de nazis en Argentina y aparecen hasta sus domicilios en la ciudad”.

Un acto a modo de piedra contra el olvido

En el mensaje del convite, desde la comisión directiva explicaron: “Nos parece oportuno resignificar este cuadro, para que (en lugar de esconderlo, modificarlo o tirarlo), sea como un "Stolpersteine" dentro de nuestra institución, abierta a la comunidad, para tropezar en el presente, con el pasado, y dar un mejor paso hacia el futuro, recordando las atrocidades de ese momento histórico para que no se repitan”.

Los directivos desarrollaron sobre ese simbolismo: “Este acto significa mucho para nosotros, ya que, si bien las firmas que se encuentran plasmadas en el cuadro no implican adherir a la ideología nazi, sí muestran un dejo de indiferencia o silencio que se ha producido en gran parte de la comunidad, y que resulta necesario poner sobre relieve”.

En torno al término Stolpersteine, recordaron la muestra artística del pasado mes de marzo bajo ese nombre, que incluso fue mencionado en Rosario3 en dicha oportunidad. Se trata de un proyecto artístico y conmemorativo iniciado en 1992 por el artista alemán Gunter Demnig con unas baldosas de bronce en los frentes a las últimas residencias conocidas de víctimas del Holocausto.

Stolpersteine significa una piedra con la que se tropieza para no olvidar algo: en alemán stolper es tropezar, steine es piedra. Este simbolismo es muy utilizado en el mundo en los ejercicios de conmemoración de las víctimas del nazismo.