El papa Francisco envió desde Mongolia un "caluroso saludo al noble pueblo chino", en un nuevo acercamiento del pontífice al gigante asiático, con el que el Vaticano no tiene relaciones, y luego del telegrama de saludo que envió el viernes al presidente de ese país, Xi Jinping, al atravesar su espacio aéreo.
Al celebrar una misa para 2.000 personas en la capital mongola Ulán Bator, el Papa aprovechó la presencia de dos obispos de Hong Kong para "enviar un caluroso saludo al noble pueblo chino".
"A todo el pueblo le deseo lo mejor, e ir adelante, progresar siempre", deseó el pontífice en un tramo improvisado de su saludo final.
"Y a los católicos chinos pido que sean buenos cristianos y buenos ciudadanos", agregó el pontífice tras la celebración a la que asistieron fieles chinos y de otros países de Asia Central.
El viernes, al sobrevalora China en su ruta desde Roma a Ulán Bator, el Papa envió "buenos deseos" y bendiciones de "unidad y paz" a Xi Jinping y al "pueblo" del país asiático, al tiempo que le aseguró sus oraciones por "el bienestar de la Nación".
El Vaticano y China no tienen relaciones diplomáticas tras la proclamación de la Republica asiática en 1949, mientras que la Santa Sede es el único Estado europeo que reconoce la independencia de Taiwán, una isla sobre la que Beijing reclama soberanía.
"Envío saludos de buenos deseos a su Excelencia y al pueblo de China al pasar por el espacio aéreo de su país en ruta a Mongolia", planteó el pontífice en un telegrama enviado en inglés desde el avión que lo transportó en su viaje a Ulán Bator.
"Asegurándole mis oraciones por el bienestar de la Nación, invoco sobre todos ustedes bendiciones divinas de unidad y paz", agregó el pontífice.
Francisco sobrevoló el espacio aéreo chino por primera vez en 2014, durante la ida a Corea del Sur, luego de que Juan Pablo II nunca haya tenido la autorización de Beijing.
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