Este jueves se cumple 30 años del atentado al edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina, conocido como Amia, donde fallecieron 85 personas y muchas otras quedaron marcadas para siempre. Entre ellas, Dalia Gutmann que recordó en vivo cómo logró sobrevivir Ramón, su padre, que falleció en 2016.
“Mi papá trabajó en el servicio social. Era sociólogo, asistente social, gerontólogo, trabajaba en el cuarto piso. Empezó a trabajar en la AMIA 1967″, comenzó a relatar la humorista respecto al trasfondo profesional de Ramón Gutmann. Al referirse al día del atentado, recordó: “Ese día eran vacaciones de invierno, yo había ido a ver El rey León la noche anterior, me levanté con el grito de mi mamá y mi hermano, y al principio uno como no está preparado psicológicamente para eso empezamos a llamar a la AMIA, luego fuimos para allá...”.
“Por ahí la gente joven no sabe porque el mundo fue evolucionando, pero era como un despiole, una desorganización absoluta, comentarios re antisemitas «bueno, vayan a Israel», te decían como que eras un intruso y que te vuelvas a allá. Me acuerdo de esos comentarios, mi mamá y hermano muy calientes...”, comentó Dalia. En esa misma línea, sumó: “Recuerdo esos comentarios, no me acuerdo bien de quiénes porque era todo muy pesadillezco, me pellizcaba todo el tiempo por eso”.
Respecto al momento en que vio el edificio en ruinas, la actriz dijo: “Mi papá era muy divertido, antes del atentado, entonces yo entraba, me sentaba en su silla, me ponía con la máquina de escribir. Entonces, ir al trabajo de tu papá y que fuera una pila de escombros, me dio el impulso de querer levantar los escombros para encontrarlo...” y explicó cómo sobrevivió Ramón: "A él le pasó algo muy loco y es que cuando implosionó el edificio, las dos paredes se juntaron y lo salvaron, le hicieron un techo. Estuvo dos horas así, dos vigas arriba de su cara y quedó abajo de los escombros”, comentó muy emocionada.
“Mi papá se hablaba abajo de los escombros con uno de sus secretarios. Del cuarto piso eran cincuenta personas y sobrevivieron tres, mi papá, Javier (Miropolsky) y no sé quién más. Se hacían chistes y estuvo así dos horas y después hubo todo un operativo súper humano. A él lo salvó pensar en las cosas que quería hacer si sobrevivía”, continuó Gutmann respecto a cómo su progenitor y otros sobrevivientes lograron sobrellevar la situación bajo los escombros. Al referirse al momento en que fue visualizado, explicó que fue gracias a un policía, quien empezó a tirar piedras hasta que el hombre lo pudiese sentir, ya que “mi papá estaba atrapado con las piernas en el aire”, destacó.
“Hubo un operativo muy inteligente, por suerte, que en Argentina no estaba preparado. Lo rescataron y lo llevaron al hospital Fernández, le hicieron las curaciones que había que hacerle”, aseguró Dalia.
Al ser consultada sobre qué recuerda de ese momento, ella señaló que se encontraba en “la etapa de la boludez”, pero le quedó grabado que las víctimas eran sus "amigos, nosotros vacacionábamos con gente que trabajaba ahí. Era nuestra gente. Yo en ese tiempo fui a más velorios que en toda mi vida, fue tremendo. Creo que todos los que vivimos ese día, muchos que pasamos esa tragedia entramos en negación, pero cuando te pasa a vos te das cuenta de que es algo que le podría haber pasado a cualquier persona... Es tremendo, inentendible”.
Aludió a cómo quedó emocionalmente tras el hecho, sobre todo porque luego despidieron a su padre de su empleo, que ocupaba desde fines de la década de 1960. “Creo que eso lo cambió”, aseguró.También se refirió a que Ramón “quedó con mucha culpa porque muchos de sus compañeros de años fallecieron, muchos de los hijos de sus compañeros fallecieron. Entonces, él se quedó con una gran culpa”. En ese sentido, el conductor del ciclo le consultó cómo fue el reencuentro con su progenitor, a lo que ella señaló: “Me acuerdo que lo acompañé en la ambulancia, porque no sé por qué pidió ir conmigo y no con mi mamá... No sé cómo fue. Estaba acostado, en traje y corbata rota, pero no sé, creo que todas las emociones que tenía que haber sentido ya las había tenido, pero me acuerdo mucho la preocupación”.
“(José Enrique) Kuky Ginsberg era muy amigo de la familia”, resaltó Dalia respecto a una de las víctimas del atentado, cuya esposa Laura forma parte de la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (Apemia). “Estábamos muy alerta y estaba la noticia de que había gente deambulando por la ciudad porque quedó confundida por lo que pasó. Me acuerdo de sentir mucha alegría, pero también la preocupación por los que no aparecían”, sentenció.