El mundo vivió otra jornada en vilo por la pandemia de coronavirus, con un aumento de casos especialmente alarmante en Israel y el Reino Unido, y la advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que el número de 50.000 fallecidos semanales por la enfermedad es inaceptable.
El organismo hizo esa consideración mientras el planeta se acercaba al millón de decesos y alertó que el flagelo aún "tiene un largo camino por recorrer".
A su vez, estimó que pese a que las curvas de mortalidad y contagios parecen estabilizarse, esconden aumentos a niveles regionales y locales, y sentenció que no se puede "admitir 50.000 muertes a la semana como una cifra aceptable".
Desde el inicio de la pandemia a principios de diciembre pasado en la ciudad china Wuhan, donde se detectó el primer caso, el mundo acumula más de 30 millones de infectados mientras las muertes totalizan 943.433, según indicó el organismo con sede en Ginebra mediante un comunicado citado por la agencia de noticias AFP.
Israel ingresó en cuarentena total por segunda vez en el año y el Reino Unido también podría reconfinarse, mientras Europa y Medio Oriente lidian con una fuerte segunda ola de contagios.
El Gobierno británico no descarta una cuarentena general tras la duplicación semanal de internaciones y confinó más áreas de Inglaterra afectadas por el rebrote.
"Hay un crecimiento generalizado de la epidemia en todo el país", admitió el primer ministro Boris Johnson, quien, al igual que otros líderes políticos de ideología conservadora, derechista y neoliberal, minimizaron la gravedad del problema y priorizaron el resguardo de sus economías por sobre la salud.
Pese a que las hospitalizaciones se duplican cada siete u ocho días y causaron un moderado incremento de restricciones, el Reino Unido confirmaría las clases en las escuelas y se seguiría autorizando a que la gente acuda a sus lugares de trabajo.
El Reino Unido es país más castigado de Europa con más de 41.700 muertos y el alcalde de Londres, Sadiq Kan, adelantó la prohibición de celebraciones oficiales del 31 de diciembre por el Año Nuevo y la tradicional fiesta de fuegos artificiales.
Israel registró el récord absoluto de más de 5.200 casos diarios, lo que llevó al primer ministro, Benjamín Netanyahu, a anunciar una cuarentena total por segunda vez en el año, que tensó la situación política de por sí delicada y provocó masivas manifestaciones en Tel Aviv contrarias a su proceder.
"El sistema de salud ha sacado la bandera roja", reveló Netanyahu, justificando así el cierre de colegios y comercios y la prohibición de reuniones de más de 10 personas y, por primera vez en la historia, que la gran sinagoga de Jerusalén pueda ser escenario de las tradicionales celebraciones del Año Nuevo judío.
Los israelíes solo podrán salir para ir al mercado, a la farmacia o, excepcionalmente, al trabajo en un país que presentó hoy 5.238 nuevos contagios para un total de 176.933 y 1,169 decesos.
Italia, a horas de una doble jornada electoral que entre el domingo y el lunes movilizará a más de 50 millones de personas, registró hoy 1.907 contagios, el número más elevado desde la reapertura de actividades del 3 de junio, y otros 10 muertos, llegando a 35.668.
Francia duplicó el aumento de fallecidos en la última semana (265 frente a 129 de la anterior) y por primera vez sufre incremento de muertes desde que puso fin al confinamiento a finales de mayo llegando a las 31.103 para un total de 454.266 enfermos.
España tuvo 11.000 nuevos casos y 162 decesos para un total de 625,000 y al menos 30.400 respectivamente, mientras que la región de Madrid restringió a partir del próximo lunes y por 14 días la movilidad en las 37 áreas afectadas, medida que impedirá a sus residentes desplazarse a otros lugares, salvo casos extraordinarios.
Fuente: Télam