La Justicia Federal falló a favor de una medida cautelar y obligó al Sanatorio Otamendi de Buenor Aires a suministrarle dióxido de cloro intravenoso a un paciente que se encuentra internado y en grave estado a causa del coronavirus. 

El juez federal subrogante Javier Pico Terrero fue quien determinó que se le administre la sustancia al paciente, cuyo hijastro realizó el jueves pasado una presentación judicial solicitando que se le realicen nebulizaciones de ibuprofeno de sodio y de dióxido de cloro. 

El presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) Omar Sued dijo que desde la entidad están evaluando qué acciones realizar en repudio de la medida.

"Si yo fuera un juez, trataría de buscar información de médicos antes de indicar algo que no conozco", cuestionó Sued y enfatizó: "El dióxido de cloro no es un tratamiento ni un medicamento y se ha asociado con casos de mortalidad. Es peligroso".

Los riesgos de la sustancia


El dióxido de cloro se utiliza como desinfectante de superficies y blanqueador de materiales orgánicos, y su ingesta puede ocasionar diversos efectos secundarios. 

La sustancia no cuenta con la autorización de la ANMAT para su comercialización. 

Dependiendo de la forma en la que se lo suministre puede causar un cuadro irritativo severo con la presencia de náuseas, vómitos y diarreas; graves trastornos hematológicos, cardiovasculares y renales y también complicaciones respiratorias. 

Adicionalmente, la inhalación a través de nebulizadores puede generar edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis, entre otras complicaciones respiratorias. 

Se trata de una sustancia que no tiene eficacia para tratar la enfermedad y que tampoco posee la autorización de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para su comercialización.

El 15 de agosto del año pasado, un nene de cinco años murió en el Hospital de Plottier de Neuquén después de que sus padres le suministraran esta sustancia con la intención de evitar que contrajera la enfermedad.