A comienzos de este mes las organizaciones sociales y religiosas y los clubes sociales que alimentan a familias en los barrios dialogaron con los concejales Mariano Romero, Caren Tepp, Norma López y Leonardo Caruana para pensar ideas que aporten a paliar la crisis de hambre que se vive en los barrios rosarinos, que en estos meses aumentó la demanda un 25 por ciento, agravada por la suspensión de envío de mercadería por parte del Gobierno Nacional a esas entidades.
Fue en esa reunión que se esbozó el proyecto de ordenanza para que se declare la Emergencia Alimentaria en la ciudad, y que comenzará a debatirse en la comisión de Salud, y luego en las de Gobierno y de Hacienda, para dotar de herramientas al Municipio para que esas agrupaciones puedan seguir alimentando a los vecinos.
Entre las propuestas se destaca un fondo que recibiría recursos de los tres niveles del Estado, buscaría convenios internacionales (como el programa de la ONU para el desarrollo PNUD), dinero de deducciones de ganancias de empresas, y de multas municipales.
En un registro actualizado hasta enero pasado, el municipio asiste a 831 organizaciones, entre comedores, merenderos, iglesias y parroquias, clubes sociales y deportivos y centros comunitarios, los cuales son quienes trabajan voluntariamente cada día en alimentar a centenas de vecinos en sus barrios. A esos se suma la asistencia que brinda desde sus 40 centros Cuidar, donde entrega bolsones de alimentos secos a unas cinco mil familias. A comienzos de año el secretario de Desarrollo Humano Nicolás Gianelloni dio a conocer que son unas 200 mil las personas asistidas desde su cartera a través de diversos programas.
Durante la reunión con las organizaciones a comienzos de marzo, la concejala Norma López analizaba que “el gobierno nacional pregona la libertad y es imposible tener libertad cuando se tiene hambre”. Y reclamó: “Necesitamos la reacción de los gobiernos municipal y provincial para que merenderos y comedores vuelvan a tener un plato de comida para nuestros pibes y pibas”. Y en sintonía con ella, la concejala Caren Tepp decía que “en este contexto de profunda crisis, creemos de necesidad y urgencia no dejar solas a las organizaciones sociales, comunitarias, vecinales y eclesiásticas que solidariamente tienden una mano a quienes peor la están pasando”.
Rosario3 buscó conocer en detalle la propuesta de esta ordenanza que se debatirá por estas semanas, tras el feriado extra large, por lo que el concejal Mariano Romero, autor del proyecto, adelantó: “Es una ordenanza que hemos debatido ese día con referentes desde la Pastoral Social Evangélica, Caritas, organizaciones de izquierda militantes y otras sin filiacion partidaria. Todas ellas tienen un diagnostico muy certero sobre la realidad del territorio”.
Entre las herramientas que promueve la ordenanza, establece crear un fondo de asistencia para comedores y merenderos de la ciudad, el cual sea regulado por Desarrollo Humano y Hábitat, cuya finalidad será la provisión de alimentos variados y de calidad, y la inversión en infraestructura, elementos de trabajo, equipamiento de cocina y demás elementos necesarios para el buen funcionamiento de estas organizaciones.
Sus recursos se sustentarían con aportes del Estado Municipal, Provincial y del Nacional, de organismos internacionales públicos o privados, donaciones, legados y multas a empresas del alimento. Según precisó el edil, “las multas a las empresas son las que establece el Código de Faltas, y el dinero va a Rentas generales, por lo que estaría muy bien que en vez de eso, tenga un destino hacia un fondo alimentario”.
Eso se suma a la creación de una mesa de diálogo mensual “en la que se pueda integrar a todas las organizaciones, porque debe haber un vínculo cercano con la comunidad, que son los que estan en todo el territorio”.
En el proyecto de ordenanza se detalla que de la mesa participarían dos miembros del Ejecutivo Municipal, tres del Concejo, tres de la Unión de los Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), tres representantes de organizaciones de la sociedad civil, y tres representantes de la iglesia católica, iglesias evangélicas y otros credos que lleven adelante tareas de asistencia alimentaria en la ciudad de Rosario.
Romero recordó que la ciudad de Santa Fe aprobó una ordenanza de Emergencia Alimentaria la semana pasada, pero destacó diferenciando su proyecto: “Tengo entendido que la suya no contempla cómo recaudar fondos para que no salgan más los gastos de las propias organizaciones”.
A eso el concejal Romero sumó: “Con el proyecto queremos que se revea también la asistencia alimentaria que brinda el Banco de Alimentos, que para recibirlos cobra una membresía de varias categorias, y eso era un obstaculo para comedores que no pueden pagarlo”.
El proyecto se va a tratar el lunes 8 de abril a las 10.30 en comisión de Salud con presencia de las organizaciones.
Sesenta comedores que ya no dan de comer
El concejal del Movimiento Evita dio a conocer a este medio que la quita de asistencia alimentaria desde que asumió el nuevo gobierno nacional tuvo una consecuencia directa en sus comedores, con números que preocupan: “Teniamos 80 comedores y merenderos, y desde que el Ministerio de Capital Humano decidió dejar de entregar alimentos, debieron dejar de cocinar casi todos.
Del total, sólo una cuarta parte continúa funcionando, indicó el concejal, dado que "la mayoría de la asistencia alimentaria con la que contaban, provenía desde la Nación, por lo que se hace dificil sostener”. De esta manera, los 60 centros que dejaron de abastecer con comida “continúan realizando actividades, pero sin brindar alimento.
"Otros recortaron en cantidad de días que brindan la comida”, indicó Romero, quien además destacó que “esto se suma a una situación crítica en muchas escuelas que también les dan comida o copa de leche a sus alumnos”.
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