En medio del paisaje especial que propone la cuarentena obligatoria por el coronavirus en Rosario, en la costanera llama la atención un motorhome con patente chilena, con un tráiler con dos motocicletas, que está detenido allí desde este viernes. Según contaron los ocupantes de la casa rodante, son cinco chilenos que están de vacaciones en Argentina y que cuando quisieron regresar a su país no los dejaron avanzar por las disposiciones nacionales que rigen hasta el 31 de marzo. “Nadie nos vino a hacer controles”, confiaron.
El motorhome está detenido en avenida Belgrano y Catamarca, en la costanera rosarina. El periodista Jonatan Raimundo, en el móvil del programa Esto se baila así (Radio 2), habló con Rodrigo, uno de los ocupantes del vehículo.
“Estamos en Argentina desde el viernes pasado; pasamos por Córdoba e íbamos de vuelta a Chile, pero nos pararon en Tortugas y no pudimos seguir”, contó. Y agregó que “la Policía de la provincia de Córdoba nos paró y nos dijo que no podíamos seguir, así que tuvimos que volver a Rosario”.
“Estamos siguiendo todas las recomendaciones de las autoridades, pero queremos volver a nuestro país”, advirtió el hombre.
Rodrigo describió que “en el motorhome tenemos todas las comodidades de una casa, pero se hace complicado estar tantos días encerrados”. Y añadió: “Somos cinco personas que estamos aisladas en cinco metros cuadrados, sin respuestas del consulado ni de nadie”.
Respecto de la pandemia en su país, el joven aseguró que “cuando nosotros salimos de Chile, al pasar por Mendoza nos enteramos del primer caso de coronavirus en nuestro país. Y dijo que pasaron los controles de frontera “sin problemas”.
“Hasta el 31 de marzo por lo menos nos vamos a tener que quedar acá”, dijo con resignación. “Salimos al supermercado a comprar las cosas para subsistir, como todas las personas”, comentó.
Rodrigo aseguró que ninguno de los ocupantes de la casa rodante tiene síntomas compatibles con el covid-19. Y confirmó que “absolutamente nadie vino a hacernos controles”.
Incidentes
En la mañana de este sábado, personas de civil a bordo de motos, que se presentaron como agentes municipales pero no acreditaron identidad, les indicaron que debían retirarse de allí. "Vinieron y con hostilidad nos dijeron que no podíamos estar ahí, que nos teníamos que ir por lo menos a dos cuadras de aquí", confió Rodrigo.
"Estamos cumpliendo con todo lo que nos indican las autoridades; estamos acatando el aislamiento y sentimos hostilidad por ser extranjeros", finalizó.
A esa altura, un móvil policial se había acercado al lugar para controlar la situación.
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