El gobierno busca reponer el impuesto a las ganancias, lo que afectaría –se estima– a más de 800 mil trabajadores en la Argentina.
Los empleados en relación de dependencia que ganan más de $ 1.350.000 brutos mensuales, en el caso de los solteros sin hijos, y más $ 1.550.000, los casados con 2 hijos pagarán el Impuesto a las Ganancias, si el Congreso aprueba el proyecto de ley que el Congreso está enviando al Congreso.
El proyecto elimina el piso salarial impulsado por Sergio Massa desde 2021 y vigente en la ley que el gobierno de Milei quiere eliminar. Se vuelve al esquema anterior.
“Estos importes son aproximados porque pueden variar en función de las deducciones que pudiera computar cada trabajador en relación de dependencia. Al retomar el esquema tradicional del impuesto se restablecen las deducciones computables (alquiler, personal doméstico, gastos de educación)", explicó Gabriela Russo, titular del Consejo Profesional de Ciencias Económicas.
A modo de ejemplo, Russo calculó que un trabajador soltero sin hijos, con un sueldo bruto de $ 1.500.000 –hoy exento de Ganancias– le retendrán $ 11.895 mensuales. Y con un sueldo bruto de $ 1.700.000 (también hoy exento de Ganancias), pagará $ 42.322. Y al casado con 2 hijos, le retendrán $ 13.696 mensuales.
Esto es así, porque los solteros sin hijos, alcanzados por Ganancias, tributan sobre el excedente de un sueldo neto de $ 1.141.066 y los casados con 2 hijos sobre el excedente de $ 1.326.055 netos mensuales.
Además, “el proyecto de Ley enviado al Congreso aumenta los niveles de facturación de las categorías del Monotributo y de las cuotas mensuales a pagar “, de acuerdo al tributarista Marcelo Rodríguez, de MR Consultores, quien agregó que “se prevé la actualización mensual de los parámetros de las categorías y de las cuotas a pagar”.
El tope de ingresos brutos anuales para estar en el régimen sería de $ 35.000.000 para servicios (+ 193%) y $ 68.000.000 anuales para venta de cosas muebles (+ 300%). También actualiza el importe mensual a pagar, tanto del componente impositivo como de los aportes jubilatorios y a la obra social.
La cuota mensual total de la categoría A, la más baja, se iría de $ 12.128 a $ 27.500. Para la H, la mayor de servicios, la cuota total pasaría de $ 66.111 a de $ 179.597. Y para la categoría K, la más alta del rubro ventas, se iría a $ 409.418 mensuales (actualmente de $ 106.964.
Russo aclaró que “en cuanto al aguinaldo se mantiene la exención para remuneraciones brutas que no superen la suma de $ 1.250.000. Dicho importe será susceptible de actualización semestral por IPC”.
También se mantiene la deducción del 40% sobre la base imponible del impuesto sobre las sumas percibidas en concepto de bono por productividad, fallo de caja, o similares. Este beneficio es exclusivo para remuneraciones brutas que no superen los $ 2.500.000 mensuales brutos.
En Ganancias, en relación con el ingreso de bolsillo actual representa, en promedio, una reducción del 20% en el salario neto, al margen del deterioro por la mayor inflación. A mayor ingreso, en proporción, mayor sería la caída del salario de bolsillo, Estos cambios perjudican a $ 800.000 trabajadores que hoy están exentos y a otros 100.000 que pagarán más.
Es porque el capítulo de Ganancias del proyecto impositivo del Gobierno anula la Ley 27.525 aprobada por el Congreso que exime del pago del impuesto a los trabajadores que hoy ganan menos de $ 2.340.000 brutos (15 SMVM) y una menor retención para los que ganan más de esa cifra. Fue una iniciativa del exministro Sergio Massa Y que contó con el voto positivo de Javier Milei.
Más información