El aluvión de estudiantes brasileños es un fenómeno fácilmente detectable en las calles, pero recién se le puede dar real dimensión tras analizar los registros oficiales de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). En efecto, entre 2012 y 2019 el número de alumnos provenientes del vecino país creció más de 10 veces -pasó de 311 a 3.135- y ya representa el 60% de la comunidad extranjera de la UNR. En ese mismo lapso, la gran mayoría de las facultades experimentó un aumento en su matrícula, aunque algunas carreras sufrieron un marcado desinterés, como ingeniería agrónoma y escribanía.
Las cifras surgen del último Boletín Estadístico de la UNR, un documento que se actualiza año a año y recopila datos referidos a nuevos inscriptos, re inscriptos y egresados de pregrado, grado y posgrado de las diferentes unidades académicas de la principal institución universitaria de la ciudad.
Según se desprende de la información oficial, la irrupción masiva de estudiantes brasileños tomó impulso en el 2014 y se sostuvo con fuertes incrementos interanuales hasta 2017. En los últimos dos períodos, el crecimiento tuvo un ritmo menor pero igualmente importante, cerrando 2019 con 3.135 alumnos (10 veces más que al inicio de la serie). Tal como se observa en el siguiente gráfico, la gran mayoría eligió la carrera de medicina.
Si bien el título principal se lo llevan los llegados desde Brasil, en los últimos años también se vivió un fuerte incremento de estudiantes de otras nacionalidades. Así, entre 2012 y 2019 la cantidad de colombianos se cuadruplicó, la de chilenos se triplicó y la de paraguayos se duplicó. En total, la UNR albergó en el último año bajo análisis 5.175 alumnos extranjeros -un incremento del 254% en menos de una década-.
El Boletín Estadístico muestra otro dato significativo: en Rosario asisten a la universidad pública jóvenes de los cinco continentes. Más precisamente, de 40 diferentes países, entre ellos algunos muy lejanos, como Rusia, Angola, Irán o Australia. El siguiente mapa lo muestra en toda su dimensión: Con una representación cercana al 6% sobre el total de alumnos, los nacidos fuera de Argentina tienen en Rosario bastante más participación que en el sistema universitario nacional (según los últimos datos oficiales, se ubicaba en torno al 4%). El dato es un punto de debate al interior mismo de la entidad: mientras que hay sectores que celebran la integración -argumentan que el porcentaje de extranjeros estudiando es similar al que vive en el país-, hay otros que se expresan en contra e incluso militan por el regreso de los exámenes de ingreso a Medicina (fue eliminado en 2007), que sindican como principal razón del fenómeno. Amén de los extranjeros, la comunidad de la UNR creció a un ritmo significativo en la última década: entre 2012 y 2019, el número de alumnos pasó de 74.726 a 85.443, lo que evidencia una suba del 14%. ¿Cómo se explica ese incremento, que va mucho más allá de la influencia foránea? Según los registros oficiales, por una mayor llegada de mujeres al ámbito universitario. El género femenino viene incrementando históricamente su presencia. Cincuenta años atrás, cuando se fundó la UNR, solo representaban un 35% de la nómina. En la década de 1990 superaron el 50% y el último guarismo marca que ya explican el 62% del alumnado. Específicamente para el período bajo análisis, los estudiantes que arribaron para engrosar la comunidad UNR fueron mayormente mujeres: explicaron casi tres de cada cuatro ingresos. De los 10.717 nuevos alumnos que llegaron, 7.826 fueron mujeres (73%) y 2.891 hombres (27%). La gran mayoría son residentes de Rosario y de distintas localidades de la provincia de Santa Fe. Según describen fuentes oficiales, los datos reflejan aquello que se viene viviendo en la sociedad en general, es decir, un marcado ascenso del protagonismo de la mujer. Si bien existen algunas carreras tradicionales (las que se estudian en Ciencias Exactas, por caso) que aún detentan mayoría de hombres, se espera que en un futuro no muy lejano todas reflejen ese cambio de tendencia. Como se mencionó al comienzo de este artículo, la mayoría de las facultades experimentó un crecimiento en su matrícula entre 2012 y 2019. La tendencia fue muy marcada en Medicina, pero alcanzó a 10 de las 12 unidades académicas de la UNR. Las excepciones fueron Ciencias Agrarias y Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas, tal como expone la siguiente infografía: El caso de Agrarias -donde se estudia principalmente ingeniería agrónoma- merece particular atención, por ser nuestra zona el corazón del agronegocio, uno de los principales motores de la economía argentina. Para el período bajo análisis, los nuevos ingresos se redujeron un 44%, registrando en 2019 tan solo 176 aspirantes (llegó a superar los 400 al inicio del nuevo siglo). Como cualquier fenómeno, la variación no se debe a una sola razón, sino que responde a una multiplicidad de variantes, entre las que se destaca -según coincidieron especialistas consultados por Rosario3- la amplitud del perfil de los profesionales del agro (que hoy no solo se especializan como ingenieros agrónomos, sino también como licenciados en biotecnología o bioquímicos) y dificultades intrínsecas de las carreras tradicionales, en un contexto general de caída de todas las ingenierías. Si de carreras tradicionales se trata, la cantidad de aspirantes a escribanos vivió una fuerte baja en el período bajo análisis: mientras que en 2012 se habían anotado 59 alumnos, en 2019 esa cifra bajó a 22 (-62%). En el otro extremo, la que registró un mayor cambio de interés por la positiva fue el Profesorado en Letras, que de 8 aspirantes pasó a tener 41 (+412%). Perfume de mujer
Carreras en baja
En 2020, en una entrevista que versaba sobre otros temas, Federico Trucco (CEO de Bioceres, firma rosarina que se transformó en la primera del sector biotecnológico en cotizar en Wall Street) manifestó en diálogo con este cronista que "el productor del futuro puede ser un cientista de datos o programador". Tal vez con esa frase de base podrían comenzar a reconfigurarse los perfiles de las carreras tradicionales del agro, de modo de generar mayor atracción entre los jóvenes estudiantes.