En Río Negro se encontraron restos de un mamífero del grupo de los perezosos gigantes terrestres, que datan de hace unos tres millones de años. A los restos los descubrieron Guardias Ambientales y la Subsecretaria de Patrimonio y Cooperación Cultural provincial puso en marcha el protocolo para el cuidado, preservación y recuperación del patrimonio paleontológico.
El material se encontró en una zona costera cerca de unos acantilados y consta de un fósil completo ya que está compuesto por un cráneo, mandíbulas, columna vertebral, parte de pelvis y extremidades.
“Muchas de esas partes de este animal y con el grado de preservación en el que se encuentra, no se conocían hasta el momento”, aseguraron los especialistas.
Descubrimiento paleontológico: del género pyramiodontherium
Del mega mamífero, relacionado al género pyramiodontherium de la edad pliocena, emparentado con los perezosos actuales, se pudieron rescatar dos húmeros (parte de los brazos), cráneo y mandíbulas, «que serán alojados en uno de los repositorios provinciales para su estudio», informaron.
Gracias a este descubrimiento paleontológico se puede conocer parte de la anatomía y cierto aspecto del rostro que hasta aquí no se conocía, por lo que permitirá saber estilo de vida y su actividad en cuanto a la ecología del animal y obtener mucha información, se informó a través de un comunicado.
La exploración y recupero estuvo dirigida por el especialista y presidente de la fundación Ecosoam (Ecosistema, Sociedad y Ambiente), Mario Mora, quien detalló que por el momento, “se llevó a cabo un 25 por ciento del proyecto de recuperación de los fósiles».
«Y gran parte quedará en el lugar para futuras prospecciones que deberán organizarse conforme a la rigurosidad del sistema de seguridad que se necesita, ya que se debe trabajar al borde de un acantilado”, explicó.
En primera instancia se analizó si el piso era inestable, con el consiguiente índice de vulnerabilidad de las personas, y se procedió a realizar una serie de anclajes, teniendo en cuenta que los paleontólogos estarían llevando adelante la actividad, aproximadamente a 70 metros de altura sobre el nivel del mar.
En este caso se llevó adelante la solicitud de permisos necesarios, enmarcados en la Ley 3.041 que permite actuar en el sitio y la posterior localización y verificación de lo denunciado.
Una vez constatado el hallazgo se organizó la llegada de investigadores de la Universidad Nacional de Rosario, de la Universidad Nacional de Córdoba y expertos en seguridad en altura pertenecientes a la Fundación Ecosoam.