¿Puede Argentina superar su historia de frustraciones?

El economista Ricardo Arriazu analiza las causas y soluciones para la decadencia económica argentina en su reciente charla

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La historia económica de Argentina está marcada por ciclos de esperanzas y desilusiones. La última charla del "Perspectivas Summit 2024" presentó al Dr. Ricardo Arriazu, una figura influyente en el análisis de la economía argentina, quien compartió su visión sobre las posibilidades del país para superar su historia de frustraciones.

Ricardo Arriazu, un economista destacado con experiencia internacional, expresó su optimismo cauteloso y una mirada crítica hacia las políticas económicas del país. "Yo comienzo con la economía mundial porque Argentina amplifica los ciclos internacionales, pero esta vez me centraré en Argentina porque estamos jugando un partido importante," explica Arriazu a los asistentes.

Un país en decadencia

Arriazu destaca un gráfico que se volvió viral, el cual muestra la relación entre el PBI per cápita argentino y el PBI promedio per cápita mundial.

“Alcanzamos el máximo hacia 1900 y llevamos 120 años de decadencia. No son 100 años como dice Milei, son 120 de decadencia relativa y casi 50 de decadencia absoluta,” afirma Arriazu.

Para Arriazu, es crucial entender no solo por qué Argentina ha caído, sino también por qué creció significativamente entre 1870 y 1900, a pesar de las condiciones adversas. “En ese período, Argentina se convirtió en la ‘China del mundo’. Debemos identificar qué hicimos bien para repetirlo,” asegura. Según él, las claves fueron una constitución basada en la propiedad privada, la iniciativa privada, derechos y obligaciones, una justicia relativamente independiente con leyes estables, y la inserción en el mundo.

Arriazu subraya la importancia de repetir estas acciones para salir de la crisis actual. “El primer discurso de Milei mencionó exactamente esos puntos: reformas institucionales, entre muchas otras que necesita el país,” indica. No obstante, Arriazu aclara que no conoce personalmente a Milei ni le gustan sus formas, pero juzgará su gestión por sus acciones.

Un aspecto fundamental de la charla de Arriazu es la economía bimonetaria de Argentina. “El peso se usa para pequeñas transacciones, pagar sueldos e impuestos, y medir la inflación; el resto lo hacemos en dólares,” explica. Esto afecta profundamente la estabilidad económica y financiera del país.

“La tasa real de interés en Argentina no funciona; lo que importa es la tasa en dólares justamente por ser una economía bimonetaria,” dice Arriazu. La falta de reservas y la desconfianza en el peso llevan a un continuo escape de capitales. “Cada año se van de Argentina entre 20,000 y 40,000 millones de dólares. Esa es la famosa plata que está fuera,” añade.

Arriazu enfatiza la importancia de acumular reservas y tener superávit en la cuenta corriente para mejorar la confianza y reducir el riesgo país. “Si tengo una crisis política, eso se reflejará en una caída de la demanda de pesos y, por lo tanto, perderé reservas,” señala.

En cuanto a la deuda y la emisión monetaria, Arriazu explica cómo el gobierno ha manejado la situación mediante “triquiñuelas contables” y recompras del Banco Central. Sin embargo, advierte sobre el peligro de levantar el cepo cambiario sin suficientes reservas, prefiriendo un tipo de cambio único con libertad total para comprar y vender dólares.

Perspectivas económicas

A pesar de las dificultades, Arriazu ve oportunidades en el sector energético y otras áreas productivas. “Podemos producir petróleo a menos de 40 dólares el barril, una oportunidad fantástica,” dice. Sin embargo, también reconoce los desafíos políticos y estructurales que enfrenta el país.

“El problema argentino es que está lleno de curros y prebendas. Las reformas estructurales atacan esos curros, y todo el que pierde no quiere perder,” afirma Arriazu

A medida que concluye su charla, Arriazu ofrece una visión esperanzadora pero realista del futuro. “Argentina tiene una gran oportunidad, pero la ha tenido muchas veces antes,” reflexiona. Para él, el éxito depende de la capacidad del país para implementar las reformas necesarias y aprovechar las oportunidades que se presentan, especialmente en sectores como la energía.

“Mientras esté Milei, no va a cambiar la política cambiaria. Mi único problema es que está tan ansioso de eliminar el cepo que podría llegar a un acuerdo con el FMI que no entienda la economía bimonetaria,” advierte Arriazu. Aun así, su mensaje final es de cauteloso optimismo, destacando la necesidad de estabilidad y reformas para que Argentina pueda finalmente superar su historia de frustraciones.

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