Lisandro Nasini asumió el año pasado la conducción de una firma que tiene un peso histórico dentro del mercado agroindustrial y de la Bolsa de Comercio en Rosario, al punto que su padre fue hasta hace poco más de un año el presidente de la entidad. Desde su asunción en la empresa invierte tiempo y dinero para llevarla a un modelo de negocios en el que ya está incluyendo nuevas tecnologías como inteligencia artificial. En esta entrevista con Ecos365 habla de todo: cómo ve al mercado, a la Bolsa y el impacto en la confianza que tuvo sobre el sector la caída de firmas tradicionales, y hasta explica por primera vez sobre la situación de las tierras que la empresa tiene y que estuvieron en medio del debate el año pasado por la quema de Humedales.
-¿Cómo es que arrancaste con la curiosidad de meterte en el mercado de capitales y las nuevas tecnologías?
-Tiene algo de personal el hecho que hayamos ido por ahí. La realidad es que me gusta, me apasiona, me interesa la tecnología desde chico. En la secundaria ya paveaba con el código HTLM, con sitios web. Desde crackear un jueguito a un montón de otras cosas, siempre fui medio bicho de la tecnología. Después uno crece se asienta en ciertos roles, en ciertas organizaciones, pero eso nunca deja de estar. Esa visión lúdica o desafiante de lo que se puede hacer o de lo que te permiten estas cosas.
-Ahora, conozco a tu padre, alguien fue presidente de la Bolsa, de un sector considerado conservador. Que hoy estas tecnologías aparezcan y que te lo permitan dentro de la empresa debe haber sido todo un desafío.
-Sí, fue quizás un desafío. Llevó su maduración. No es que desde el primer día que entré acá ya estaba tomando decisiones. Cuando llegué me metieron a hacer papeles, llenar formularios, me hicieron pasar por compliance, por operaciones, liquidaciones, comercial, por todos los distintos aspectos de las áreas de la empresa y recién de más grande empecé a llenar huecos. El ir llenando esos espacios y me dio el aval para después ir proponiendo cosas nuevas. Teníamos una página web vieja que tomaba precios de la página de Bolsar y tenía delay de tres horas. Estaba a los fines de mostrar las cotizaciones en la página pero no era muy útil realmente. Decidimos reformular la página y cuando llamo a Bolsar para renovar el acuerdo fue justo en la época en la que cambiaron los mercados –con la Ley de Mercado de Capitales – que se crea BYMA, que se lleva partes de las funciones que tenía la Bolsa y todo lo que era el acceso a la información se lo queda la parte de market data de BYMA. Entonces voy a BYMA a decirles que me den el web services y me dicen que habían cambiado las modalidades, que era un nuevo programa, por sistemas más eficientes y que me permitían consumir órdenes en real time sin delay y también me permitía rutear órdenes. Hasta ese entonces eso era una de las fantasías que vos escuchabas que se hacían en Wall Street, pero eran cosas totalmente ajenas a lo que uno sentía que podía bajar a tierra. Recuerdo que me quedó picando y empezamos a estudiar el tema de ruteo de ordenes por mensajería a mercados.
-Hablamos de la Inteligencia Artificial. Ustedes están desarrollando proyectos dentro de la empresa. ¿Lo están pensando para los clientes o como inversión en sí misma?
-Son dos cosas distintas. Muchas veces las empresas hacen foco en el cliente y algunos tienen foco en el producto. Históricamente lo que le permite crecer a un asesor financiero es estar orientado al cliente. Porque siempre de la demanda del cliente vos encontrás la forma de satisfacer y agregar valor a eso. Esa realidad simple sigue estando pero después está lo que me apasiona a mí que es hacer cosas desafiantes de tecnología. Y lo empezamos a hacer más como herramientas para la división de trading propietario de la misma empresa y fue creciendo. Para serte sincero, el uso de las tecnologías más de Inteligencia Artificial está más en el lado de trading propietario en un principio, todavía no hemos extrapolado los casos de uso de esas herramientas a cuestiones de los clientes.
-Uno ve en el caso de las ALyC que se va concentrando más el mercado y hay mayor sofisticación. ¿Cómo estás viendo el negocio?
-Veo que se está dando un proceso similar a lo que pasó en EE UU. Si ves las películas viejas tenías el rol del agente de bolsa como solía hacerlo mi abuelo. En EE UU lo que fue pasando es que esas figuras fueron migrando a modelos especializados. Pero se fueron fusionando, agrupando y los principales bancos liquidadores hoy son megaentidades y popes de la ingeniería. Después hay roles específicos para satisfacer las necesidades de cada nicho. Creo que va a pasar algo similar acá. La misma CNV ha deslizado su visión de tener modelos más de ese estilo. Lo que prefiere es tener pocos agentes controlados y más grandes y lograr más permeabilidad con figuras más dinámicas como los AGI (Asesor Global de Inversión) y los AP (Agente Productor). Va un poco a ese nicho lo que son las categorías de agentes y cada categoría en función del rol que ocupe en la cadena y del nicho al que quiera asociarse va a tener que tener cierta estructura. En el caso nuestro que somos más agentes de banca privada, de empresas tenemos que tener una estructura acorde. Hoy somos casi 40 personas para poder brindar el servicio.
-¿Estás pensando en los clientes que tienen históricamente o en ir a otros mercados?
-Fácticamente no hay límites para quien yo le pueda ofrecer servicios. Hoy lo que es regionalización o distribución geográfica por lo general la mayoría de las empresas lo está generando a través de acuerdos con representantes zonales. Nuestro rubro siempre ha sido un rubro de confianza y por lo general se busca gente local, que la gente la conozca, porque sabes que es la base de que este negocio pueda funcionar.
-Citaste la confianza. En los últimos años en el sector hubo bastantes situaciones conflictivas como el caso Vicentín, BLD, etc. ¿A ustedes los afectó de algún modo?
-Sí. Quizás no directamente pero indirectamente nos afectó a nosotros y a todos los agentes de bolsa, al mercado y a la plaza. Afecta la imagen, a veces viene la gente de Buenos Aires y nos lo dice y no nos gusta. También hay un poco de sesgo en ese sentido. Cosas que pasaron acá, pasaron también en Buenos Aires, lo que pasa es que un monstruo y no tiene la relevancia porcentual de lo que pasó acá o la capacidad de trascender que pasó acá.
-Parecía que la figura del corriacopio era la novedad y después terminó siendo un problema ¿no?
-No tanto por la figura del corriacopio. Sí si sos vos pensás en los casos vinculados a problemas de empresas de valores vinculados al agro como podría haber sido BLD, Guardati, Casanovas. Vicentín no tiene que ver directamente con valores, pero esos tres podría ser que tuvieran algo que ver. Si bien fueron distintos los causales, no tanto el uso de corriacopio per se sino la vinculación de ambas cosas lo que generó un poco más de ruido.
-¿Creés que hoy está reestablecida la confianza con el productor?
-Había como un chiste en los pueblos que decía que si vos ves que anda dando vuelta un tipo en traje y zapatos brillantes en una ciudad del interior escondé la soja porque es un rosarino que está tratando de comercializartelá. Creo que dejó una huella, que lesionó la imagen del negocio. Hace más difícil y cuesta arriba lo que es la docencia de cómo funciona las cosas. Hay riesgos como en todo, pero son de alguna forma riesgos controlados. Y lo más importante que uno tiene que hacer cunado va a exponer sus servicios es destacar los riesgos a los que uno está potencialmente expuesto. En cualquier actividad que requiera confianza la transparencia es directamente proporcional al grado de confianza que se necesita para que se ejerza.
-En muchos sectores se ve que en la generación de ustedes no se ve un interés por meterse en el rol de política gremial empresaria ¿Es así o me equivoco?
-Sí y no. Lo que pasa en el caso puntual nuestro está la actividad empresaria y el gremio. Y el gremio nuestro tradicional se ha visto desvirtuado por la Ley de Mercado de Capitales. Antes vos tenías la Cámara de Agentes de Bolsa local y el Mercado de Valores como entidad que nucleaba a los agentes locales.
-Habría que repensar la parte de política gremial empresaria porque ha cambiado el mercado.
-Claro. Yo estoy participando de la Cámara de Agentes locales junto con Ernesto Antuña que está como presidente.
-¿Pero te ves en la Bolsa?
-La verdad es que hacemos poco, somos pocos y requiere mucho esfuerzo. Estamos en falta.
-Lo que también está faltando es que la región tenga un peso dirigencial, al menos de lobby bien entendido, a nivel nacional.
-Si bien no soy experto puedo comentarte cierta visión. La representatividad empresaria a nivel nacional es chica. Las que hay son las que están siempre y tienen un poder de lobby enorme. Por lo general en Cambiemos están más asociados los empresarios pero la realidad es que tanto en Cambiemos como en el peronismo hay empresarios que participan pero quieren mantener ciertos privilegios, su status quo y cosas por el estilo. No hay tantos representantes de entidades empresarias que aboguen por una apertura, competitividad, visión de mundo, ese tipo de cosas. Participando en reuniones de la Bolsa he escuchado mucho la crítica a la falta de representatividad en el sector agro en todo lo que es política.
-El sector tuvo una oportunidad en el 2008 pero eso después se diluyó en el Congreso.
-Me parece que eso es algo transversal en el agro y quizás en sectores empresarios.
-Cómo en la urbe se valora el campo, cómo que falta más diálogo.
-Hace poco leí una nota de cómo las ciudades no dimensionaban el impacto que va a tener la sequía en su día a día.
-El apellido Nasini apareció en el contexto de los Humedales y se los acusó con el tema de las quemas ¿Cómo es eso?
-El tema de las islas se lo puede abordar de dos formas. La historia nuestra creo que es –se lo tenés que preguntar a mi viejo con más detalle- hace 20 o 25 años le habían prestado plata a alguien, el tipo no pago y les dijo lo único que tengo es esto, agarralo y quedateló y ahí quedó en el cajón de los recuerdos. Después hubo un montón de problemas judiciales con herederos. En fin. De todo ese predio que se nos imputa de ser propietarios no es tan así. Indistintamente de lo que se diga de nuestra vida, ni yo, ni mi viejo, ni mi tío, ni nadie en representación nuestra puso un pie en todo eso. Sabemos dónde está por fotos de google maps y por lo que dice el plano.
-Y no tienen planes por ahora de qué hacer con eso.
-Sí. Con todo el lío que hubo ese terreno después de expropió, se partió a la mitad, el tema está trabado en el registro de Paraná. Ahora al menos lo que estamos haciendo es demostrar que hacemos las denuncias correspondientes cuando nos enteramos que hay fuego para que quede claro que no tenemos nada que ver con eso. Lo que pasó en los medios es que se hizo un uso político de ciertas cosas. ¿Sabés por qué no hay representación empresaria en temas políticos? Por este tipo de cosas. No quiero usar adjetivos pero me molesta.
-El año pasado asumiste la conducción de la firma, hay todo un recambio hasta de las oficinas y una apuesta por la innovación. ¿Cómo se están viendo a mediano y largo plazo?
-Si soy consecuente con lo que te digo y veo que el mercado va hacia cierta depuración y organización y especificidad de nuestros roles en toda la estructura lo único que puedo hacer es tratar de prepararme para dar ese futuro que entiendo que va a llegar. Hoy para poder ser el agente que era mi abuelo hace 60 años necesito una estructura superprofesional, dinámica, eficiente, en todo porque es la única forma de poder desarrollar y ofrecer los servicios que satisfacen las demandas que hoy tienen mis clientes y las que van a surgir. En un rubro tan dinámico y tan cambiante si no soy preventivo de los cambios que puedan venir ya me quedé atrás. Disrupciones como las criptomonedas y cambios del país. Uno tiene que ser preventivo y adelantarse a esos cambios para poder dar respuesta.
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