Recuperar en tiempos de incertidumbre: La espada de Damocles sobre la economía

Reservas en caída y subsidios al límite: ¿Cuánto más puede soportar la economía argentina? Estados Unidos, Apple, Google y Meta en el radar mientras el riesgo país, dólar, inflación y gasto público complican la recuperación que parece asomar

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En medio de un panorama económico global lleno de incertidumbres y cambios, el reciente ajuste en las proyecciones de crecimiento para Estados Unidos no pasa desapercibido. A primera vista, estas revisiones a la baja pueden parecer un simple ajuste de expectativas, pero, ¿qué implicancias tienen realmente para empresarios en Argentina? La historia de esta semana nos lleva a explorar un escenario donde la política y la economía se entrelazan de manera compleja, y donde cada decisión puede tener repercusiones significativas.

Imaginemos por un momento a un empresario argentino que observa con atención las fluctuaciones del dólar, las subidas y bajadas del riesgo país, y las licitaciones del gobierno. La semana ha estado marcada por una volatilidad constante: el dólar a la baja, para luego repuntar ligeramente; el riesgo país descendiendo pero aún elevado; y una mega licitación que parece absorber más pesos de los que libera. La pregunta que surge es, ¿cómo influye esto en la toma de decisiones de inversión y en la planificación empresarial?

Tomemos, por ejemplo, los datos recientes: el riesgo país en 1.312 puntos, una baja del 9,08%. El AL30 a 56,59 con una subida del 3,95%. El BCRA comprando divisas por 115 millones de dólares mientras las reservas caen a 28.663 millones de dólares. En este contexto, el Índice de Confianza del Consumidor sube un 3,1% en mayo y el Índice General de Actividad muestra una leve recuperación mensual del 1,1% en abril, aunque con una caída interanual del 3,1%.

Para los empresarios, estos números son más que simples estadísticas; son indicadores de un entorno económico que aún lucha por estabilizarse. La reducción de los pasivos remunerados del BCRA a mínimos de diez años y la contracción de la base monetaria parecen señales positivas. Menor emisión monetaria debería significar menor inflación, un respiro en un país acostumbrado a índices inflacionarios alarmantes. Pero, ¿es suficiente para generar confianza en el mercado?

La volatilidad en el dólar y la presión sobre el tipo de cambio son temas recurrentes. La licitación de esta semana, con una adjudicación de 3,5 billones de pesos frente a vencimientos por solo 0,3 billones, deja una cantidad significativa de pesos sin destino. ¿Será este dinero un combustible para la inflación o contribuirá a una estabilización esperada? La respuesta no es clara, pero lo cierto es que la dinámica de compras del BCRA ha cambiado, con un volumen de compras en mayo 26% menor que en abril.

La eliminación gradual de subsidios a la energía, prevista entre junio y noviembre de 2024, apunta a una menor carga sobre el gasto público. Pero, ¿cómo impactará esto en el consumo y en la actividad económica? El gobierno parece buscar un equilibrio entre reducir el déficit fiscal y mantener el consumo interno. Sin embargo, los empresarios deben estar atentos a cómo estos ajustes afectarán los costos operativos y la demanda de sus productos y servicios.

En medio de estas decisiones, el gobierno también ha optado por una estrategia de tasas efectivas mínimas en las licitaciones, reduciendo el "premio" a pagar. La licitación más reciente, con un 100% a tasa fija, busca desindexar los pasivos y reconstruir la curva de pesos. Pero, ¿qué significa esto para la deuda del Tesoro y para las empresas que dependen del crédito? La estabilidad macroeconómica y la previsibilidad son claves para cualquier plan de negocio a largo plazo, y la reducción de la deuda indexada podría ser un paso en la dirección correcta.

El panorama internacional también juega un rol crucial. La gira del Presidente Milei en Estados Unidos, reuniéndose con CEOs de gigantes tecnológicos como Apple, Google y Meta, subraya la importancia de las relaciones internacionales en la economía local. Estas reuniones pueden abrir puertas a inversiones y colaboraciones que, en un escenario ideal, contribuirían a la estabilidad y al crecimiento económico del país. Sin embargo, el éxito de estas iniciativas depende de la percepción de estabilidad y confiabilidad que el país pueda proyectar.

Mientras tanto, el índice de confianza del consumidor sigue en ascenso, y las expectativas económicas positivas comienzan a superar a las negativas. Los salarios reales muestran signos de recuperación, lo cual es crucial para mantener el consumo interno y, por ende, la actividad económica. Pero, ¿podrá esta tendencia sostenerse a largo plazo?

La semana ha dejado claro que el camino hacia la recuperación económica es largo y lleno de desafíos. Cada movimiento del gobierno, cada ajuste en las políticas fiscales y monetarias, y cada señal del mercado debe ser cuidadosamente analizado por los empresarios que buscan sobrevivir estos complejos tiempos. La clave está en adaptarse rápidamente a los cambios, anticipar posibles escenarios y tomar decisiones informadas.

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