La industria maderera argentina se derrumba y reclama por "medidas urgentes"

En el primer semestre del año, desde FAIMA confirmaron una significativa caída en la producción y un incremento notable de costos. En algunos rubros del sector hay caídas del 40%

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La Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) informa con preocupación sobre la situación crítica que atraviesa la industria de la transformación mecánica de la madera en el país. Durante el primer semestre del año, se ha observado una significativa caída tanto en la producción como un incremento en los costos, afectando a todos los sectores de la cadena productiva.

Impacto en la producción y el empleo

La reducción en la actividad es notable en áreas clave como los aserraderos, la fabricación de muebles, la industria de tableros, y la construcción con madera y carpintería. Según datos recientes, la primera transformación ha experimentado una disminución interanual del 20%, con pequeños y medianos aserraderos reportando caídas de hasta el 40%. En el sector de muebles, la producción ha caído un 37% interanual, afectando gravemente a las PYMES, muchas de las cuales se encuentran en localidades del interior del país y son fundamentales para el empleo local.

Aumento de costos y desafíos estructurales

Uno de los principales problemas señalados por FAIMA es el incremento de los costos productivos, que ha alcanzado un promedio del 500%. Este aumento abarca desde insumos hasta servicios públicos, dificultando la sostenibilidad de las empresas en un contexto económico recesivo. Además, FAIMA expresa su preocupación ante la posible eliminación de reglamentos técnicos esenciales para garantizar la calidad y seguridad de los productos de madera y construcción.

Llamado a la Acción

FAIMA subraya la necesidad urgente de implementar políticas que promuevan la reactivación económica, faciliten el acceso al financiamiento y mejoren las condiciones de competitividad, especialmente para las PYMES. «Es crucial trabajar conjuntamente con el sector público para encontrar soluciones que permitan la continuidad económica de las empresas del sector, lo cual tendrá un impacto positivo en el empleo y la actividad económica”.

La estabilidad y crecimiento del sector maderero, que emplea a más de 60.000 personas de forma directa y un número similar de manera indirecta, son vitales para el bienestar de nuestras comunidades y economías regionales.

FAIMA reafirma su compromiso con la calidad y seguridad en la producción de madera y productos derivados, y aboga por la preservación de las normativas técnicas que aseguran estos estándares. La Federación continuará trabajando para superar los desafíos actuales y asegurar un futuro sostenible para la industria.

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