JP Morgan proyecta una baja en las tasas de interés y una inflación del 2% para el primer trimestre de 2025

La entidad de Wall Street anticipa un escenario económico más estable para Argentina en 2025


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El banco JP Morgan, uno de los gigantes de Wall Street, ha generado un revuelo en el mercado financiero con sus últimas proyecciones sobre la economía argentina. Según la entidad, el primer trimestre de 2025 podría traer consigo una baja en las tasas de interés y una inflación mensual promedio del 2%, cifra que contrasta con las expectativas más pesimistas de otros analistas locales. Este escenario, aunque optimista, no deja de ser un desafío para el Gobierno y el Banco Central, quienes deberán manejar con pinzas las políticas monetarias para no desestabilizar el ya frágil equilibrio económico.

Tras el dato de inflación de diciembre de 2024, que cerró en un 2,7%, superior al 2,4% de noviembre, JP Morgan destacó que la desaceleración inflacionaria sigue su curso. “El proceso de desaceleración inflacionaria subyacente en la economía continúa”, afirmaron los economistas del banco. Aunque el dato de diciembre fue ligeramente más alto, la entidad ajustó su estimación estacional y calculó que, en términos reales, la inflación fue del 2,2%. Esto sugiere que, a pesar de las fluctuaciones mensuales, la tendencia general apunta hacia una moderación en los precios.

Uno de los puntos clave del informe de JP Morgan es la expectativa de una reducción en la tasa de interés de referencia. “Esperamos que este cambio vaya acompañado de una nueva reducción de la tasa de interés en los próximos días”, anticipó el banco. Esta proyección se basa en el anuncio del Gobierno de reducir el ritmo de devaluación del dólar oficial al 1% mensual a partir de febrero, desde el 2% actual. Este ajuste en el tipo de cambio, conocido como crawl rate, es visto como un paso necesario para mantener la competitividad de la economía sin generar presiones inflacionarias adicionales.

Pero no todo es color de rosa. La reducción de las tasas de interés requiere un manejo cuidadoso para no desincentivar la inversión en moneda local. “El ajuste de las tasas de interés requiere una gestión cuidadosa para evitar desequilibrar los incentivos de inversión en pesos”, señaló JP Morgan. El carry trade, esa práctica de invertir en instrumentos locales aprovechando las altas tasas de interés, podría verse afectado si los rendimientos reales no se mantienen positivos frente a la inflación. La última reducción en la tasa de referencia ocurrió a finales de noviembre, cuando el Banco Central la bajó del 35% al 32%. Ahora, se espera que la tasa podría caer entre un 10% y un 15%, situándose entre el 27% y el 29% anual.

En cuanto a las proyecciones de inflación, JP Morgan mantiene su pronóstico de un 25% anual para diciembre de 2025. “Nuestro escenario base es que la inflación mensual promedie el 2% en el primer trimestre de 2025”, indicó el banco. Este ritmo, aunque moderado, sigue siendo un desafío para los consumidores y las empresas, que han visto cómo los precios se dispararon en los últimos años. Sin embargo, la entidad confía en que las políticas actuales, combinadas con un manejo prudente del tipo de cambio, podrían reforzar la tendencia a la baja.

Un ejemplo que ilustra esta situación es el caso de empresas como YPF, que ha tenido que ajustar sus estrategias de precios y costos en un entorno inflacionario. La petrolera estatal ha logrado mantener cierta estabilidad gracias a una combinación de ajustes internos y políticas gubernamentales que favorecen la inversión en energía. Sin embargo, no todas las empresas tienen la misma capacidad de maniobra, y muchas pymes han tenido que cerrar sus puertas ante la imposibilidad de competir en un mercado con costos crecientes.

Por otro lado, el informe de JP Morgan también destaca el impacto de la inflación en los Estados Unidos sobre el mercado argentino. “La baja de la inflación en los EEUU tiene un impacto directo en los mercados emergentes como el nuestro”, explicaron. La desaceleración en la economía estadounidense podría generar un efecto dominó, reduciendo la presión sobre los precios globales y, por ende, sobre los precios locales. Este fenómeno, conocido como inflación importada, ha sido uno de los factores que más ha afectado a la economía argentina en los últimos años.

En resumen, las proyecciones de JP Morgan pintan un escenario optimista pero no exento de desafíos. La combinación de una baja en las tasas de interés, un tipo de cambio más estable y una inflación moderada podría sentar las bases para una recuperación económica. Sin embargo, el éxito de estas políticas dependerá de la capacidad del Gobierno y del Banco Central para mantener el equilibrio entre el control de precios y el estímulo a la inversión. Como bien dicen por estos pagos, “no hay que cantar victoria antes de tiempo”, pero sin duda, estos indicios son un rayo de esperanza en un horizonte que ha estado demasiado nublado.

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