El regreso del Bar Munich: Rosario define su futuro

Tras años de altibajos, el emblemático Bar Munich apuesta a un futuro híbrido: restaurante en la planta alta y gimnasio de última generación en el subsuelo. Los detalles de la nueva propuesta

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El histórico Bar Munich, ubicado en Avenida Libertad y Necochea, vuelve a estar en el centro de la escena. Tras el cierre de su última concesión, la Municipalidad de Rosario lanzó una licitación para reactivar este icónico espacio donde finalmente se decidió que la planta alta seguirá funcionando como restaurante, mientras que el nivel inferior, donde hoy funciona un salón de eventos, pasará a convertirse en un gimnasio, recibiendo cuatro ofertas para este espacio. 

Los interesados han presentado proyectos con ideas innovadoras para revitalizar este punto de encuentro que supo marcar una época. La convocatoria despertó el interés de diversos empresarios del sector, quienes buscan darle una nueva identidad sin perder su esencia histórica. 

Desde su apertura, el Bar Munich ha sido un emblema en Rosario. Sin embargo, su historia reciente ha sido un tanto accidentada. En 2011, fue concesionado a la firma Queen’s, que intentó posicionarlo como un centro nocturno exclusivo. Pero la resistencia de los vecinos del barrio Martin y las restricciones impuestas hicieron que el plan no prosperara como se esperaba. Con el paso de los años, el espacio se fragmentó, dando lugar a otros emprendimientos como Gianduia y Lemmy’s, mientras Queen’s mantuvo un salón de eventos en el subsuelo. 

Ahora, la nueva licitación representa una segunda oportunidad para el lugar. La Municipalidad busca que el proyecto ganador logre adaptarlo a las necesidades actuales de la ciudad, sin perder su esencia histórica. La clave estará en encontrar un equilibrio entre innovación y respeto por la tradición, para que Munich vuelva a ser un punto de referencia en la gastronomía rosarina. 

Uno de los proyectos más ambiciosos para el espacio del gimnasio es el presentado por BIGG, una firma internacional con amplia trayectoria en centros de entrenamiento y bienestar. Su propuesta busca transformar el espacio en un concepto híbrido que combine deporte, entrenamiento y bienestar. La idea central es que el gimnasio no solo sea un gimnasio con sala de musculación, sino que incorpore espacios para entrenamientos funcionales, clases grupales y actividades de relajación.

BIGG apuesta por un modelo de negocio inclusivo y tecnológico, incorporando una aplicación exclusiva que permitiría a los socios reservar clases, acceder a planes de nutrición y participar en eventos especiales. 

Además, el proyecto contempla una fuerte inversión en infraestructura de primer nivel, con áreas de musculación, espacios para calistenia y zonas de recuperación con crioterapia, sauna y sala de masajes. Según el empresario Andres Moresco, la apuesta por espacios históricos tiene un valor innegable: “No se trata solo de recuperar un espacio muy valioso para la ciudad, sino de resignificar su identidad”. Y agrega: “Un lugar con tanta historia necesita un proyecto que combine experiencia, inversión y visión a largo plazo”. 

La firma BIGG fue la única que propuso un esquema de pago de canon locativo escalonado, mejorando cada dos años el monto de alquiler a pagar, más allá de los ajustes por inflación previstos.

La licitación despertó un fuerte interés en el sector, ya que no solo implica una inversión en infraestructura, sino también un desafío en términos de gestión y posicionamiento. El Bar Munich carga con un legado, pero también con una oportunidad única de reinventarse. ¿Quién logrará escribir el próximo capítulo de esta historia? En las próximas semanas se definirá el ganador, y con ello, el futuro de un ícono rosarino.

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