El gobierno busca encontrarle una salida al torniquete impuesto por los límites al pago anticipado de importaciones dispuestos recientemente por el Banco Central para cortar el drenaje de reservas. En ese contexto y frente a los intensos reclamos de los empresarios, Miguel Pesce se reunió con la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA).
El impacto de esta medida en el ingreso de insumos fue el punto principal del cónclave, que abrió la puerta a una flexibilización. El presidente de la autoridad monetaria les planteó a sus interlocutores que analiza la posibilidad de remover restricciones en la medida se mantenga el respiro que generó la regulación en la intervención cambiaria oficial y las empresas no aprovechen el acceso al dólar oficial para especular con sobrestockeos. Acordaron crear una mesa de trabajo para avanzar en este y otros temas.
Se trató de un almuerzo en la sede de la UIA. El telón de fondo del encuentro fue el reclamo por parte de algunas empresas sobre las dificultades para acceder a insumos del exterior que habría generado la última regulación del BCRA.
El martes 5 de octubre, la autoridad monetaria decidió limitar hasta fin de mes el pago anticipado de importaciones, un mecanismo que se había disparado en los últimos meses y había contribuido a una mayor salida de divisas en septiembre.
Como suele ocurrir en momentos de presión sobre la brecha cambiaria, algunos importadores especulan y cancelan por adelantado el grueso de sus compras al exterior para garantizarse un dólar más barato del que esperan conseguir más adelante en caso de que hubiera una devaluación (algo que el Gobierno descarta). Esas prácticas hicieron que el mes pasado se pagaran u$s400 millones más que las importaciones efectivamente ingresadas al país.
La medida, que a fin de mes el BCRA deberá definir si extiende o discontinúa, torció la tendencia y permitió un rebote de las reservas netas. El Central pasó de vender en el mercado mayorista un promedio de u$s97 millones diarios en las cinco ruedas previas a comprar u$s100 millones por días en las cinco jornadas posteriores. Desde entonces, ya compró más de u$s700 millones netos.
Esta dinámica positiva, en un mes de estacionalidad desfavorable, es la que ahora abre la puerta a una posible flexibilización de los controles que impiden realizar un pago adelantado de una porción de la mercadería, lo que –según los empresarios- muchas veces es un requisito para garantizar que los proveedores del exterior envíen sus productos.
En la reunión, se conversó sobre este punto. El titular del BCRA dijo que el compromiso del Gobierno es “priorizar el uso de las divisas para sostener el proceso de recuperación y crecimiento económico”. Desde la autoridad monetaria, explicaron que la intención es corregir los obstáculos que puedan afectar al sector productivo “sin alterar el propósito de garantizar la estabilidad del mercado de cambios”.
En ese sentido, Pesce les dijo a los industriales que en la medida que las compañías mantengan “prácticas comerciales habituales se seguirá en el camino de remover regulaciones”, como las dispuestas para favorecer inversiones destinadas a generar exportaciones o la libre disponibilidad de divisas de entre 5% y 15% de las ventas incrementales. En concreto, según pudo reconstruir este diario, el funcionario les dijo que la idea es garantizar que no haya un “stockeo” que afecte a las reservas con importaciones muy superiores a las que las firmas necesitan para producir.
En el encuentro, según informó la UIA, se acordó “generar un espacio que aborde las problemáticas en las diferentes cadenas de valor”. Al respecto, fuentes del BCRA le dijeron a este medio que mantendrán una serie de reuniones con cámaras sectoriales, como ADIMRA (metalúrgica), AFAC (autopartes), UIPBA (industriales bonaerenses), ENAC (pymes).
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